Se dice que el tenis es un deporte de rachas, que un mínimo punto puede cambiar el curso de un partido. Pero a mayor a escala, un partido puede cambiar el curso de una temporada. Y eso le pasó a Novak Djokovic tras frustrarse su objetivo de lograr el Golden Slam la temporada pasada cuando tenía todo para ganar.

La remontada de Alex Zverev en las semis en Tokio le quitó a Nole la posibilidad de lograr por primera vez el oro olímpico y, además, le cortó el sueño de lograr el Golden Slam, ya que el serbio venía arrasando durante el curso ganando en Australia, Roland Garros y Wimbledon. Ese partido inició una serie de eventos desafortunados que pusieron en caída libre a Djokovic.

Nole no solo se quedó con las manos vacías en Tokio (perdió el duelo por el bronce ante Carreño), sino que luego cayó en la final del US Open ante Daniil Medvedev en tres contundentes sets, quedándose también con la imposibilidad de ser el primer tenista en cincuenta años en lograr el Grand Slam anual (ganar los cuatro majors en el mismo año).

Djokovic comenzó un bajón tenístico y mental que tuvo como punto más crítico no poder jugar en Australia por ser deportado al no querer vacunarse contra el Covid-19. Eso, sumado al hecho de que Nadal le sacó ventaja de dos majors en el ranking histórico y que Medvedev le quitó el número uno del mundo, lo pusieron en una situación incómoda de un momento a otro.

Ahora, si bien Wimbledon no entrega puntos, ganar el torneo se convierte en una necesidad absoluta para volver a ponerse a tiro en la carrera por ser el tenista más ganador de la historia. Sin Rafa enfrente, queda derrotar al británico Cameron Norrie que viene jugando en excelente nivel y luego espera en la final el australiano Nick Kyrgios. Dos rivales que, si bien no son favoritos frente al serbio, pueden sacar ventaja de la presión que recae sobre Nole.

Perder esta oportunidad puede suponer un golpe muy duro para el Djokovic que deberá sacar lo mejor de sí para hacerse con el torneo. El rival más fuerte se retiró, ahora el rival más duro que se le presenta será el mismo.