Otra de las sorpresas de la temporada tenística actual se dio en Indian Wells tras la consagración del británico Cameron Norrie luego de vencer, en una final totalmente inesperada, al georgiano Nikoloz Basilashvili en tres sets.

La final fue sorpresiva debido a que, por primera vez desde la creación de la categoría de torneos Masters 1000, no hubo en el partido definitorio un jugador dentro del Top 25 del ranking mundial. Norrie ocupaba el puesto 26, mientras que el georgiano se ubicaba en el 36.

Ahora, tras ganar el trofeo tras un 3-6 6-4 6-1, el británico subirá al puesto 16 de la tabla y sueña con llegar a los Finals que disputan los ocho mejores del ranking, y que por lesión o bajas, tendrá varios ausentes que ilusionan con su clasificación si sigue subiendo.

Y gran parte de su ascenso es mérito de una influencia latinoamericana que tiene el tenista de 26 años. Y es nada menos que su coach, el argentino Facundo Lugones, que lo entrena desde hace cuatro años luego de dejar atrás su frustrado paso como jugador profesional.

Lugones tiene apenas 29 años, justo una edad en la que muchos jugadores están en su plenitud. Pero él con apenas 20 desistió por no considerarse apto para jugar en el circuito. “No me veía con el nivel necesario para competir, además de que tuve muchas lesiones que se frenaron”, declaró.

Por eso, cuando la beca deportiva que había recibido de la Texas Christian University para iniciar su camino profesional en Estados Unidos tras abandonar las academias del país sudamericano, se estaba acabando, decidió dar un vuelco a su carrera: empezó a trabajar como coach para la institución.

Y ahí conoció a Norrie, nacido en Sudáfrica, criado en Nueva Zelanda, pero captado por la Federación Británica de Tenis para que juegue para ellos bajo sponsoreo. El recorrido de Cameron llegó a la TCU tras recibir la misma beca que Lugones había recibido años antes.

El argentino, que pasaba su último año como jugador de la universidad, y el británico, que recién comenzaba, fueron brevemente compañeros de equipo en 2015. “Cayó ahí y al principio era muy verde. Tenía cosas muy buenas, pero no era que lo veías y decías ‘este flaco va a ser top’. Le faltaba un montón”, recuerda Lugones.

Facundo fue ganando posiciones como entrenador en la TCU mientras Cameron crecía como tenista. Por eso, en el tercer año de Norrie como tenista becado en Estados Unidos, Lugones quedó como su coach principal, al mismo tiempo que el británico ingresaba al circuito profesional.

Transcurría el año 2017 y en aquella temporada se dio su primera victoria en un torneo de nivel ATP, que curiosamente tuvo del lado de enfrente a un argentino. Fue en Eastbourne, donde venció por la primera ronda a Horacio Zeballos por 6-4 7-6.

En 2018, por la Copa Davis y como visitante frente a España, sorprendió al mundo al darle vuelta un partido increíble al español Roberto Bautista Agut, por entonces 23º del ranking. Cameron era todavía un jugador de Challengers, el segundo nivel del circuito, y ya dejaba claro que estaba para más.

Pero su explosión definitiva se dio en este 2021, que inició en el puesto 74 del ranking. Durante este año, logró su primer torneo al triunfar en el ATP de Los Cabos y cumplió con creces su meta inicial de meterse en el Top 30 del ranking.

Así, con un coach que sabe que es lo que es ir desde abajo y que no le lleva muchos años de edad, apenas tres, Norrie ahora se puso como meta estar en los Finals que disputan los mejores ocho tenistas del momento. Ya dio un golpe tras ganar Indian Wells, por lo que no sería raro que siguiera creciendo