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La consagración de Novak Djokovic en el Abierto de Australia, no solo le permitió alcanzar a Rafael Nadal en la lista de jugadores con más cantidad de torneos de Grand Slam, sino que también lo catapultó nuevamente a la cima del ranking mundial. Pero todos esos hitos no parecen ser suficientes para el serbio a la hora de tomar magnitud de lo realizado.

Según comunicó el equipo médico de Nole, el tenista consiguió el trofeo jugando con un desgarro de tres centímetros en la parte trasera de su muslo izquierdo. Esa noticia confirma los rumores de que Djokovic había sufrido una lesión en la previa del torneo que lo llevaron a suspender partidos de preparación y a poner en duda su presencia.

“Muchos de los desafíos de Djokovic son porque tiene mala reputación. Pero al final no creo que nadie cuestione su rendimiento deportivo. Mira lo que ha hecho este tío, tenía una rotura de tres centímetros en el tendón de la corva de su pierna izquierda. He visto los escáneros y los doctores os dirán la verdad. Hubo mucha especulación sobre si era verdad o no. Es difícil creer que haya hecho esto con este tipo de lesiones. Es increíble la forma en la que ha lidiado con ello”, dijo Craig Tiley, director del Torneo.

Djokovic regresó a Australia tras haber sido deportado en la anterior edición del torneo al haber ingresado al país oceánico sin vacunarse contra el Covid-19. Dicha postura le valió un veto de tres años que finalmente fue revocado tras la flexibilidad en las restricciones que Australia imponía a sus visitantes. De todas formas, el tenista se vio perseguido por el público que se oponia a creer que la lesión era real.