El circuito del tenis mundial se basó, durante los últimos quince años, por lo que hicieran tres jugadores: el llamado Big 3. Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic apenas dejaron espacio para otros tenistas y marcaron el ritmo ganando todo lo que había a su paso.

Cada cual con sus formas, sus momentos, sus rachas y su especialidad, se encargaron de dar un espectáculo pocas veces visto en la historia del tenis cada vez que se enfrentaban. Si bien la máxima rivalidad era entre Federer y Nadal, el serbio empezó a hacerse un lugar con modos propios.

Nikola Pilic es uno de los primeros entrenadores que Djokovic tuvo en su carrera. Lo conoce a la perfección, por lo que en un entrevista a medios locales, el coach aportó su mirada sobre el debate de quién es el mejor de la historia.

“Creo que el éxito de Nole ha herido a Occidente de una manera diferente. Para entendernos, el nivel que ha alcanzado Djokovic sólo está reservado a los tenistas de Occidente. Y resulta que viene un chico de un país pequeño y domina el mundo del tenis. Si Roger Federer hubiera hecho lo que hizo Djokovic en el US Open 2020 (NdR: el serbio golpeó accidentalmente con una pelota a un juez de línea al arrojarla hacia un costado), él no habría sido descalificado. Occidente tiene un problema con que Djokovic sea el mejor”.

La opinión de Pilic puede tomarse como parcial, debido a su cercanía con el jugador, por eso decide ir a los números para justificarse: “Djokovic ha sido el tenista que ha ganado más Masters, el único tenista en ganar cada Grand Slam al menos dos veces y en un momento determinado llegó a sumar 17.000 puntos ATP, sumando más que Murray, Nadal y Federer juntos. No estoy siendo subjetivo: Novak Djokovic es el mejor de todos los tiempos”.

Así como Federer representa la elegancia y la clase; y Nadal el sacrificio y la caballerosidad; Djokovic siempre ha sido etiquetado como el chico malo, debido a su carácter y estilo de juego. Además, su irrupción al circuito se dio cuando Federer y Nadal ya tenían una rivalidad asentada, por lo que siempre fue el tercero en discordia.

El debate será eterno. Por el momento, los tres tienen la misma cantidad de torneos de Grand Slam y deberán esperar al año que viene para ver si desempatan. El tiempo corre y, no solo deberán luchar entre ellos, sino que tendrán toda una generación de tenistas que ya demostró que está para quedarse con los primeros planos.