Carlos Alcaraz tiene apenas 18 años y ya ocupa el puesto 16 del ranking mundial. Pero no solo eso, ahora es tendencia en todas las redes sociales. Su nombre no para de repetirse entre los amantes del tenis y entre quienes disfrutaron de la final del Masters 1000 de Miami.

Es que el español, de apenas 18 años, superó a Casper Ruud por 7-5 y 6-4 en 1h52m para consagrarse como el campeón del torneo y, de ese modo, ser el más joven en toda la historia en alzar la corona en la Florida. Un título histórico, que seguramente marcará un quiebre no sólo en su carrera, sino en el deporte en general. De ser un pibe que venía dando pasos de gigante a convertirse en una realidad del circuito.

A su vez se ha convertido en el tercer tenista más joven en proclamarse vencedor de un Masters 1000, por detrás del estadounidense Michael Chang en Toronto en 1990 (18 años y 157 días) y Nadal en Montecarlo en 2005 (18 años y 318 días).

Alcaraz no para de romper récords. Pulveriza marcas como si nada. Y todo el mundo se desvive por él. Por ejemplo, sacando a Nadal de la escena, se convirtió en el primer español en ganar un Masters 1000 desde David Ferrer, en París-Bercy 2013.

Si bien las comparaciones nunca están buenas, dado que ninguna persona es igual a otra, las lógicas indican que Alcaraz llegó para ser el heredero de Rafael Nadal. Si bien el 21 veces campeón de Grand Slam volvió a reconstruir su mejor versión, sus 35 años (va para los 36) permiten creer que el tiempo en la máxima élite -más aún con la cantidad de lesiones con las que convive- no será demasiado extenso. Sin embargo, ambos parecen estar dispuestos a compartir los primeros planos durante algunas temporadas.

Esta victoria ha hecho que Alcaraz escale cinco posiciones este lunes en la clasificación ATP y pase a ocupar el puesto número 11 del mundo. Presentado al mundo con sus 18 años como el sucesor de Rafael Nadal, ya se encuentra a las puertas del Top 10, tan solo a 29 puntos del británico Cameron Norrie.