Andy Murray quiere pisar firme pero sobre seguro en su intento de volver a la élite del tenis tras el calvario que sufrió con su lesión de cadera. El británico, que volvió a demostrar su mejor tenis en Australia pese a caer en segunda ronda, ya mira a sus próximos objetivos para esta temporada, y entre ellos no figura la temporada de tierra.

Su decisión está fundamentada en enfocarse en la gira de hierba, antesala de Wimbledon, tercer major de la temporada. Según declaró el propio tenista, la superficie más lenta del circuito puede afectar su físico al tener un mayor desgaste y prefiere no correr riesgos ante de pisar el césped inglés.

“Intentaré competir algo durante la gira de tierra, pero de momento no haré nada, ese es mi plan por ahora. Tuve un ajetreado final de año y luego también estos últimos meses. No quiero tomar riesgos y espero realizar una gran preparación para la temporada de hierba”.

El tres veces ganador de torneos del Grand Slam (Abierto de Estados Unidos en 2012, Wimbledon en 2013 y 2016) se encuentra en el puesto número 102 y ha tenido problemas para recuperar su nivel de juego, que le encumbró hasta el número 1 mundial en 2016, desde que se sometió a una operación en 2019 por un problema en la cadera.

Murray regresará a la competición en el torneo de Róterdam la próxima semana, jugando por primera vez desde su derrota en la segunda ronda del reciente Abierto de Australia en la que cayó en segunda ronda ante el japonés Taro Daniel por un triple 6-4