Marcell Ozuna fue no solo la figura más preponderante de los Gigantes del Cibao, sino de toda la Serie del Caribe Santo Domingo 2022.

Durante su participación en el evento que se llevó a cabo del 28 de enero al 3 de febrero, “El Oso”, como es apodado el pelotero dominicano, no tuvo la mejor de sus actuaciones.

Haciendo esta puntualización no se pretende señalarlo como causa del fracaso del equipo dominicano. Al menos no fue toda su culpa la deficiencia ofensiva del conjunto de los Gigantes que justamente llevaba como carta de presentación el poderío y el bate.

La ausencia de la respuesta con el madero del toletero resaltó aún más al venir de una exitosa participación en la LIDOM donde sentenciaba al tormento a cada pitcher que enfrentó.

Con los Gigantes del Cibao en la serie regular, bateó para .316 con 4 jonrones y 13 remolcadas. En el Round Robin su average fue. 276. Y se alzó con el MVP de Serie Final.

La condecoración de Más Valioso en la Final LIDOM 2021-2022 se la ganó al batear para .333 con 3 cuadrangulares.

Sin embargo su participación en la Serie del Caribe 2022 fue totalmente opuesta a lo que logró Marcell Ozuna en el torneo otoño-invernal criollo, sin dudas el jugador de mayor nivel y mejor situado junto al refuerzo de Gigantes y jugador en la liga dominicana con las Estrellas Orientales, Robinson Canó, estuvo por debajo de línea de Mendoza al registrar un promedio de bateo de. 160  a raíz de 4 sencillos en 26 turnos.  Sí, sencillos. No conectó ningún tipo de extrabases.

Ozuna, quién ha popularizado un ademán de fingir una selfie para celebrar sus batazos de largometraje al recorrer las bases hasta el home, no vio oportunidad de realizar sus selfies debido a su improductividad.

Cual si fuese poco, dejó 16 corredores en base a espera de ser remolcados. Tan solo remolcó un total de 3 carreras.

Su dirigente, Luis Urrueta dijo que a los jugadores grandesligas se les dificulta más adaptarse a este tipo de pitcheo que no conocen.

Quien se suponía ser la figura más temida de todo el certamen, resultó ser la más inofensiva. Es por esto decimos que lo que se vislumbró como un poderoso y feroz oso pardo, no fue más que un tiernito osito de peluche.