Lanza golpes en el cine y también en la vida real.
Tom Hardy, famoso por sus papeles de Venom en el universo Marvel, o como coprotagonista de Mad Max 2, demuestra que también es un apasionado de los combates fuera de la gran pantalla.
El actor inglés acaba de ganar dos medallas de oro en una competencia de Jiu-Jitsu con fines caritativos en su país natal.
Hardy, con una amplia trayectoria en Hollywood que incluye participaciones estelares como el villano Bane, en Batman, o la serie Peacky Blinders, practica esta disciplina de artes marciales de origen brasileño desde que actuó en la película Warrior, en 2011.
Para ese papel recibió entrenamiento en disciplinas como boxeo, kickboxing, lucha libre y jiu-jitsu; y a partir de allí nunca abandonó la práctica de los deportes de contacto.
El torneo donde Hardy participó fue el Reorg Open Jiu-Jitsu Championship, que se realizó en la ciudad de Wolverhampton. El intérprete es embajador de esta ONG que trabaja a favor de los veteranos de guerra británicos.
Las ganancias de la competencia se destinarán para la ayuda de “militares o veteranos que han sufrido lesiones graves o que padecen de trastorno de estrés postraumático y depresión”.
La organización sostiene que la práctica de Jiu-Jitsu ayuda a superar los padecimientos mentales a los excombatienes ingleses.
Así fue el desempeño de Edward Thomas Hardy -nombre real del actor londinense- en uno de sus combates, donde aplicó un armbar (o llave de brazo, una de las más utilizadas en Artes Marciales Mixtas), para vencer a su rival por sumisión.
En el segundo desafío, Hardy recibió una fuerte patada en el rostro de su rival, Damian Olszewski, a quien tenía sobre la lona; pero inmediatamente después de la acción el luchador ofreció disculpas al actor.
Hardy terminó ganando el combate por sumisión y el árbitro le levantó la mano en señal de victoria.
Uno de los patrocinantes del torneo benéfico donde combatió Hardy fue la Ultimate Fighting Champioship (UFC) la más grande promotora de peleas de Artes Marciales Mixtas que dirige con gran éxito Dana White.
¿Estaba pendiente la UFC de fichar a Tom Hardy como peleador? No es descartable, suena como un buen negocio de marketing; aunque seguramente el actor de 44 años prefiera meterse en la piel de un simbionte alienígena que entrarse a golpes con un luchador profesional en un octágono.