Como un faro de esperanza en medio de la pandemia de coronavirus, los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 fueron inaugurados este viernes.

El honor de encender el pebetero olímpico lo tuvo la tenista japonesa Naomi Osaka en el punto culminante de una ceremonia que, como se esperaba, estuvo limitada por las medidas preventivas para evitar contagios.

No hubo público. Solo algunos atletas, autoridades y periodistas -usando mascarillas en todo momento- estuvieron presentes en un estadio olímpico con capacidad para 68.000 espectadores.

“Hoy es un momento de esperanza”, declaró el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach.

“Sí, es muy diferente de lo que todos habíamos imaginado. Pero valoremos este momento porque finalmente estamos todos aquí juntos”, dijo.

Pero también sucedieron algunas cosas no salieron en TV.

Lo que no se vio en la televisión

Lo que se vio en la inauguración de los Juegos de Tokio a través de las pantallas fue lo mejor de Japón. Lo que no: un vacío penetrante, incapaz de disiparse ni con los mejores fuegos artificiales ni un espectacular juego lumínico de drones.

Y no fue porque no lo intentaran: cada participante, cada detalle, llamaba al aplauso, a celebrar una fiesta olímpica que ha tardado un año de más en empezar.

Pero era imposible combatir esas frías gradas vacías, que ocupaban más de la mitad de un estadio con capacidad para 68.000 personas y al que solo 950 tenían acceso como asistentes este viernes.

La imagen era por momentos desoladora, viendo en primera línea esa puesta en escena en la que los japoneses comenzaron a trabajar hace 10 años y la falta de presencia humana para recibirla.

Los organizadores querían que estos Juegos, los segundos de verano que organizan en Tokio, marcaran la superación de la triple tragedia de 2011; pero la inauguración empezó con un solemne homenaje, en silencio, en honor a los afectados por el coronavirus, que se veía interrumpido constantemente por los gritos de las protestas.

“¿Llaman a esto el festival de la paz?”, denunciaban los manifestantes a la entrada del estadio olímpico, a poca distancia de donde otro grupo de personas se concentraba a favor del olimpismo.

Para unos, el evento es un riesgo sin sentido en plena pandemia, con Tokio en estado de emergencia; para otros, una lástima fruto de la mala suerte.

“Estábamos tan preparados…”, lamentaban dos japonesas antes de entrar a la ceremonia. “Estábamos con todo listo para recibirles”.

Las instalaciones sin duda brillan por su modernidad y su pulcritud, y en la ceremonia inaugural ayudó a realzar el mensaje.

Pero inevitablemente la imagen, en primera línea, se parecía más a un ensayo que a la festiva apertura de unos Juegos Olímpicos, y de eso eran conscientes.

“Hoy es un momento de esperanza. Sí, es diferente a lo que nos habíamos imaginado”, reconocía el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, a principio de su discurso.

El acto estuvo marcado por el coronavirus de principio a final y, pese al entusiasmo y la ilusión de los atletas -sobre todo latinoamericanos- y los organizadores, estos Juegos sin duda empiezan como se esperaba: faltos de emoción, pero sobrados de tensión

Todo al revez, gradas vacías adentro, protestas afuera

Llevar a cabo los Juegos Olímpicos en Tokio ha sido difícil para los organizadores, que tuvieron que posponerlos un año y enfrentar el rechazo de muchos japoneses a su realización.

Tokio está bajo estado de emergencia, por lo que no está permitido el público en las gradas de las sedes deportivas, incluidas ceremonias como las de este viernes.

En el estadio olímpico, los miles de asientos vacíos fueron cubiertos de colores.

Pero en el exterior sí hubo gente.

Antes de la ceremonia, algunos manifestantes hicieron oír su voz en contra de la celebración de los Juegos.

Decenas de policías intentaron mantener la protesta en los alrededores del estadio.

Meses antes del inicio de los Juegos, un 80% de los japoneses expresaba su rechazo al evento por el temor a que contribuyera a la expansión del coronavirus, aunque ese rechazo bajó al 30% en los últimos días.


¡EN TOKIO 2020 APOYEMOS A NUESTROS ATLETAS!
Recibe RD$300 de descuento de tu primer pedido
Código: RECORDYA
Descarga PedidosYa

Términos y condiciones
Una (1) sola redención por usuario, puede ser utilizada en una (1) sola compra mayor a RD$ 500.
Válido hasta el 31 de Julio del 2021. 500 redenciones disponibles.