La tecnología sigue su auge en el mundo deportivo, en el futbol se ve utilizar en el video arbitraje (VAR), en el béisbol para las repeticiones y un sin número de mediciones, en el baloncesto igual. El tenis tampoco se queda atrás y lo que empezó como un experimento se ha quedado de manera indispensable en dicho deporte.

A pesar de que muchas personas aún se oponen, una de las ventajas de la tecnología en los deportes, es que proporcionan mucha ayuda a los árbitros y evita injusticias en la toma de decisiones. En el tenis, una de tantas situaciones controversiales tuvo como protagonista a la leyenda Serena Williams, quien fue víctima de un mal arbitraje.

Durante el US Open de 2004, se enfrentaban Jennifer Capriati y Serena Williams, encuentro que tuvo varias jugadas dudosas y llamadas erróneamente por la árbitro principal en favor de Capriati. La situación en dicho partido, motivó que se acelerara la implementación del Ojo de Halcón y que se utilizara de manera regular a partir del año 2006.

En dicho partido, Serena Williams reclamó al menos tres bolas que cantaron fuera, pero en ese momento no había manera de revisar las jugadas y la menor de las hermanas Willians terminó perdiendo el partido y fue eliminada del torneo.

Tras revisarse dicho partido con el sistema de repeticiones, corroboraba que la estadounidense tenía razón, es decir, que, con las imágenes del ojo de halcón durante ese encuentro, podrían haber evaluado mejor y la decisión hubiese sido a favor de Serena.

¿Pero y qué es el ojo de Halcón?

El “Hawk Eye” es un sistema que tiene como función esclarecer el bote de las bolas para saber si ha entrado o ha salido fuera de los límites de la pista y para ello comprueba la trayectoria y la velocidad de la pelota de tenis. Dicho sistema tiene su origen en Inglaterra en los juegos de cricket.

El sistema se compone de 10 cámaras situadas en la pista y conectadas a computadoras que realizan los cálculos para conseguir el sitio exacto del bote. El programa informático se encarga de calcular en base a la imagen de la pelota de tenis, la que podemos ver en la tele en directo, y el tiempo, datos con los que se encarga de crear una animación gráfica en tres dimensiones, con un margen de error de tan solo 3 milímetros.

En las canchas de arcillas no se utiliza dicho sistema, pues la bola queda marcada en la superficie y ante cualquier duda se puede revisar.