El voleibol masculino fue el torneo de las sorpresas. Los cuatro semifinalistas tuvieron dos pesos pesados y dos equipos que hicieron historia en llegar a esa instancia. Rusia y Brasil, los últimos dos campeones olímpicos por un lado, y Francia y Argentina, que eliminaron a dos candidatos como Italia y Polonia, por el otro.

La final, la jugaron Rusia y Francia, después de ganar claramente sus juegos, y no decepcionaron para nada en el duelo definitivo. Tal es así, que tuvieron que ir a un quinto set para determinar al campeón olímpico. Rusia, en busca de su segundo oro desde que se disolvió la Unión Soviética y Francia, con su primer medalla asegurada, quería que fuera la dorada.

Y con esa motivación, los franceses tuvieron una continuación de la semifinal ante Argentina. Estuvieron imparables para llevarse los dos primeros sets 25-23 (con remontada incluída) y 25-17. Todo era sorpresa en el Ariake Arena.

Pero Rusia reaccionó. No lo iba a dejar tan fácil. Se llevó los siguientes parciales 25-21 y 25-21 para llevar todo a un tie break que se especulaba iba a ser igual de tenso que el partido completo. Y no hubo error. Recién con el partido 12 iguales, pudo Francia sacar una leve ventaja que le permitió cerrar el partido y llevarse su primer oro.

Fue un día histórico para el deporte en conjunto francés, ya que en esta misma jornada también se quedó con el oro en handball masculino, plata en el básquet masculino y bronce en el básquet femenino. También había logrado la plata en el rugby 7.