El pasado 13 de octubre, las autoridades kenianas encontraron el cuerpo sin vida de la atleta keniana Agnes Jebet Tirop en el interior de su casa, un suceso que ha conmocionado tanto al país como a la comunidad internacional del atletismo. Un día más tarde, la Policía arrestó al marido de la atleta, Ibrahim Rotich, “mientras intentaba huir a un condado vecino para evadir a la justicia”, según anunció el Directorio de Investigaciones Criminales de Kenia.

Según se supo tras la investigación oficial, Rotich, principal sospechoso del asesinato de la plusmarquista mundial femenina de 10 kilómetros en ruta y especialista en los 5.000 metros, dejó una nota en su hogar confesando ser el responsable de la muerte de su pareja, informó la Policía local.

En esa carta, el hombre aseguraba que su relación con la plusmarquista estaba “llena de peleas” y por eso “decidió acabar con su vida”, según confirmó el Oficial de Inteligencia del subcondado de Keiyo del Norte, Andolo Munga, en declaraciones a la prensa local.

La hermana menor de Tirop, Evelyin Jepng’etich, aseguró a los medios de comunicación keniatas que durante los últimos meses la atleta había sido víctima en varias ocasiones de los maltratos de su marido, “obligándola a buscar refugio en su campo de entrenamiento”.

Tirop estableció el pasado 12 de septiembre en Alemania, con un tiempo de treinta minutos y un segundo, un nuevo récord mundial de 10 kilómetros en ruta rebajando por 29 segundos la plusmarca universal de esta prueba que poseía desde el 8 de junio de 2002, con 30 minutos y 29 segundos, la marroquí Asmae Leghzaoui.

Asimismo, Tirop integró este año el equipo keniano en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde quedó fuera del podio de los 5.000 metros por muy poco al acabar en cuarta posición por detrás de la holandesa Sifan Hassan, su compatriota Hellen Obiri y la etíope Gudaf Tsegay.