A solo 5 días del esperado combate entre Saúl Álvarez y Gennady Golovkin, el cual promete ser una guerra que dará fin a una trilogía que ha tenido 24 rounds apasionantes, las redes se han encendido con las altisonantes declaraciones de ambos pugilistas. Diametralmente opuestos a lo que suelen ser ante los medios de comunicación y a través de sus cuentas personales en las diversas plataformas, tanto el mexicano como el kazajo han intentado tocar la fibra del otro.

El primero en salir al paso ha sido el Canelo, quien últimamente ha abandonado su estilo sereno y callado para ser alguien más activo delante de los micrófonos. Hace poco dijo lo siguiente:

“Pienso que soy más maduro, soy más fuerte, tengo más experiencia y estoy en mi mejor momento. Creo que esa será la diferencia”.

Pero no solo eso, sino que vaticinó un triunfo por la vía del nocaut, afirmando que el mismo tendrá lugar entre los rounds 9 y 11. Por otra parte, dio a conocer la razón por la que ahora tomó parte en una batalla mediática contra su adversario europeo:

“Siempre dice que no soy un buen campeón, que soy una vergüenza para mi país. Por eso estoy enojado con él, porque cuando está frente a mí no dice nada de eso”.

¡VA IR POR TODO! 🥊🇲🇽

🎙️ Saúl Canelo Álvarezhttps://t.co/gvMbiUbAHn pic.twitter.com/voiIhcKrio

— MARCA Claro (@MarcaClaro) September 11, 2022

Llegó la respuesta

Si hace unos días las palabras de GGG fueron cortantes cuando aseguró que tenía fanáticos en México pero Álvarez no en Kazajistán, ahora lo fueron todavía más: “Si no puedes hablar de boxeo y comunicarte con tu oponente sin insultarlo, sin usar obscenidades o hablar basura mientras dices palabras obscenas, no vale la pena comunicarse con ese oponente”, pero no paró allí, sino que continuó diciendo:

“Una abeja no podría explicarle a una mosca que la miel es mejor que la mierda. Simplemente no vale la pena intentar hacer eso”.

Fuego prendido

Estos comentarios yendo de allá para acá dejan en una posición bastante compleja a 2 hombres que hasta aquí se habían comportado como 2 perfectos caballeros. Sin embargo, prende todavía más el morbo de un público que está ansioso de verlos intercambiar golpes en la que será seguramente la última contienda entre sí.