Uno de los actractivos más distintivos de los Juegos Olímpicos son sus mascotas. Es una oportunidad que lleva el país anfitrión de dejar una huella y hacer gala de su creatividad.  Cada cita olímpica tiene en su favor esa oportunidad que encuentran en la mascota del evento. Es un enorme atractivo que debe aprovecharse como factor diferenciador.

Unas mascotas se hicieron más memorables que otras en el transcurso del tiempo y el surgir de nuevas mascotas. La más reciente Vinícius, de Río 2016, trasmitía mucha alegría con su hermoso colorido:

 

Una de las mascotas más recordada en la historia de los juegos, es Cobi. La entrañable y popular mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, el diseño de Javier Mariscal se había aprobado para el 1988. Cobi fue oficialmente presentada el 15 de marzo de 1988, representa a un perro de estilo cubista, inspirado en la raza del pastor catalán:

La primera mascota que se utilizó como símbolo olímpico fue Schuss en 1968 en Grenoble, pero la que está considerada como la primera mascota olímpica es Waldi de los Juegos de Munich en 1972, un bello perro salchicha multicolor:

 

En Tokio 2020 no será para menos y tendremos en Miraitowa la mascota de esta edición.

Miraitowa es una mascota alegre, atlética y cuenta con un gran sentido de integridad. Tiene el superpoder de transportarse instantáneamente a cualquier lugar que quiera. Miraitowa es la mascota de los Juegos y Someity es la mascota de los Juegos Paralímpicos.

El nombre de Someity proviene de un tipo de cerezo. Tendrás que juzgar por ti mismo a qué animales o criaturas se parecen.

Miraitowa lleva el nombre de las palabras japonesas para “futuro” y “eternidad”. Con personalidad muy atlética, su habilidad especial es la de desplazarse a cualquier lugar casi de forma instantánea.