Saúl Álvarez probó ayer una vez más por qué está considerado como el mejor boxeador libra por libra del momento desde hace un buen tiempo. Derrotó con autoridad a uno de sus principales rivales, el kazajo Gennady Golovkin, por la vía de la decisión unánime tras parciales en las tarjetas de 116-112, 115-113 y 115-113, reteniendo así todas las coronas de la categoría de los pesos supermedianos.

Fue una exhibición de buen boxeo durante la primera mitad del combate y de mucha gallardía y sacrificio en la segunda. Durante el comienzo del combate y en los rounds del medio el Canelo fue una autoridad suprema sobre el ring con sus puños, pero hacia el final del duelo el cansancio le pasó factura y tuvo que aguantar, aunque de igual manera siguió conectando los mejores golpes a la contra.

Solo en el noveno episodio tuvo problemas cuando recibió un fuerte puño en el rostro que lo hizo trastabillar pero ni siquiera en ese momento mostró fisuras, sino todo lo contrario. Apretó los dientes y se defendió como gato con la panza para arriba, tirando combinaciones y moviéndose sabiamente por el borde delimitado por las sogas.

Malas noticias

Sin embargo, no todo son buenas nuevas para el boxeador mexicano. Tras el duro pleito ante GGG, en la conferencia posterior a la disputa, el tapatío manifestó algo que seguramente preocupará a los fanáticos durante un buen tiempo.

Resulta que se sinceró y anunció que desde la pelea contra Caleb Plant a finales del año pasado, quedó sufriendo de dolencias en una de sus manos. Al principio, según sus propias palabras, no era nada grave, pero con el tiempo ha venido empeorando hasta el punto de dolerle prácticamente toda la mano.

Asimismo, aclaró que al parecer lo que le está afectando es un menisco, pero que por no darle el descanso merecido ahora tendrá que pasar por el quirófano. Esto podría alejarlo de los cuadriláteros un año o más de acuerdo con lo que el mismo pugilista estimó en su alocución.

Algo sin lugar a dudas muy triste debido al buen momento boxístico que atraviesa y ante la inminente revancha con Dmitry Bivol, la cual ahora parece que tendrá que esperar.