Cuando uno lo mira, no ve ni por asomo, indicios que muestren sea el tipo de slugger clásico, esos de más de seis pies y doscientas y tantas libras, eso es real, pero igual, en los últimos cinco años, Jose Ramírez es uno de los mejores jugadores de todo el béisbol, incluso en muchos aspectos y por la consistencia mostrada, se ubica a la par de los verdaderos jerarcas, como Mike Trout y Aaron Judge.

Con sus 5,9 de estatura y sus 190 libras, el dominicano está siendo desde 2017 una de las caras del juego, pero no es un tipo mediático, tal vez por no ser tan carismático o por estar en un elenco como los Guardianes de Cleveland, que, si bien llegaron a la Serie Mundial en 2016 y confiaron en Terry Francona para aspirar a más que un banderín de división, igual están ahí, andando como un zombie o una especie de Frankenstein armado a retazos.

Hoy

Ahora mismo, al instante de escribir este texto, el quisqueyano compila para 306 de average, con 16 cuadrangulares y 62 carreras impulsadas, sin dudas un alinea ofensiva que bien lo puede situar en la pugna por el MVP, una vez mas y es así, aunque suene ridículo, desde hace ratos, el caribeño compila registros propios de un jugador de este calibre y ya en las más recientes temporadas ha sido finalista incluso.

Y todos miran a Trout, a Judge, a Mookie Betts, hasta Javy Báez y Francisco Lindor están por encima de Ramírez en cuanto a impacto mediático pero hablamos de un hombre que a estas alturas de su carrera sostiene 28 jonrones por cada 162 partidos, además de un average de 280, con 357 de porcentaje de embasados y 26 bases robadas como promedio, eso lo vuelve a un modelo único, un hibrido difícil de someter, por ello su baja taza de ponches, gracias en buena medida a esa combinación de velocidad y poder, poco vista en jugadores así.

Números

De acuerdo con Baseball-Reference, José Ramírez ocupa el tercer lugar en WAR total desde 2017, solo detrás de Mike Trout y Mookie Betts y es algo que traduce a las claras su impacto en los terrenos de la Gran Carpa.

¿Cambiará el guion?, ¿torcerá la historia y acabará con el silencio sobre su figura?, son preguntas cuyas respuestas quedan a merced de los acontecimientos, lo que si hay algo que pudiera darle un giro total a este trato hasta despectivo sobre la figura de José Ramírez es un premio MVP o tal vez, como de locos, otra presencia en el Clásico de Otoño.

Por ahora, al dominicano solo le resta seguir bregando e imponiéndose con su acción diaria en el diamante ante esta especie de desprecio, con los grandes es así, siempre son sometidos a pruebas y eso al final, juega a su favor, pues se vuelve el aliciente indispensable para salir y darlo todo, porque de ningún modo se puede seguir viendo a José Ramírez como un jugador subvalorado, pues para na lo es.