Hoy los fanáticos del deporte nos deleitamos con las actuaciones de la estelar Simone Biles, pues sus ejecuciones casi perfectas son algo de otra época, cuando Nadie Comaneci dominaba la gimnasia y el deporte, a finales de los años 70 del pasado siglo.

Biles hace recordar a Nadia y muchos las han llegado a comparar a pesar de que la leyenda de Comaneci esta a un nivel difícil de alcanzar, pues la rumana casi tocó la divinidad con sus ejecuciones.

Hablamos de Simone Bailes y de Nadia Comaneci, pero antes, hubo otra figura, también de la gimnasia que cautivó al olimpismo con sus hazañas…se trata de Larisa Latynina.

Los hechos

Tuvieron que pasar unos cincuenta años para que, en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, perdiera el podio histórico de medallas en Juegos Olímpicos y hoy cuando la figura del Tiburón de Baltimore, el gran Michael Phelps se erige como el más grande de todos los tiempos, la figura de Larisa Latynina trasciende con el paso del tiempo a pesar del silencio alrededor de su figura.

Se escribe fácil pero no, 18 medallas olímpicas, de ellas nueve de oro, dan fe de uno los legados más hermosos de la historia del deporte y una mujer es protagonista.

Entre 1956 y 1964, en las citas estivales de Melbourne en Australia, Roma y Tokio; Latynina sumó su amplia cosecha de medallas, desplazando para ese entonces al excepcional finlandés, Paavo Nurmi que había sumado 12 preseas.

Con apenas 30 años, Larisa ya había forjado su leyenda y si después llegó un hombre como Mark Spitz y su dominio en la natación, entre finales de los 60 y comienzos de los 70; igual Larisa mantuvo la pauta como la más grande en todas las épocas.

El comienzo

Vale aclarar que, en aquellos años, 50 y 60 del pasado siglo, Latynina dominó el mundo del deporte y de la gimnasia artística pero su éxito se acrecienta pues la ucraniana, que entonces competía por la Unión Soviética sostuvo una fuerte disputa por la supremacía mundial con otra estelar gimnasta, la checa, Vera Caslavska.

Latynina había debutado en Olimpiadas, con solo 21 años y en Melbourne ganó dos medallas de oro y una plata, comandando a la Unión Soviética en la prueba por equipos.

Cuatro años después, en la capital italiana, Latynina tuvo su mejor resultado, al ganar cinco preseas doradas, dos de platas y una de bronce; resaltando esta vez su triunfo en all around y el por equipos.

Ya en 1964, Larisa Latynina sumó otros dos títulos, para llegar a las nueve medallas de oro; así como de igual modo archivó otra medalla de plata y dos de bronce… había escrito su historia, tenía forjada su leyenda.

En aquellos fue clara dominadora y hoy, casi sesenta años después, el respeto y la admiración se imponen; la volvemos a recordar como la atleta mas grande todos los tiempos y una de las mujeres excepcionales dentro del mundo atlético en general.