Fue un día lleno de sorpresas para el cuadro femenino de Roland Garros. De las tenistas ubicadas en el Top-10, solo tres han podido llegar a tercera ronda: Iga Swiatek, Paula Badosa y Aryna Sabalenka. Además, otras tenistas que han sabido estar en ese círculo e, incluso, liderarlo, también han tenido una jornada para el olvido, como la rumana Simona Halep.

La tenista, actual número 19 del escalafón mundial, enfrentaba por la segunda ronda a la china Quinwen Zheng y todo parecía ir bien para la ex mejor del mundo. Luego de ganar el primer set por 6-2 y de quebrar en el inicio del segundo, todo se desmoronó. Cedió su saque y empezó una caída constante en el juego que la llevó a perder ese set por 2-6 y el tercero 1-6 quedando eliminada de forma temprana y sorpresiva.

Ante la consulta de la prensa sobre cómo explicaba el bajón tenístico que tuvo, la rumana declaró algo impactante: tuvo un ataque de pánico. “Fue muy difícil. Jugué bien al principio. Incluso conseguí un quiebre en el segundo set, luego pasó algo y simplemente perdí el parcial y el partido. Pero ella estaba jugando bien y se mereció el triunfo. Fue solo un ataque de pánico. No es algo que me pase a menudo”.

De hecho, ya en el tramo final del tercer parcial, cuando Zheng ganaba 4-1 y se encaminaba a una victoria sorpresiva, Halep pidió asistencia médica al tener dificultades para respirar. Decidió terminar el juego pero la derrota fue inevitable, quedando afuera del torneo que ganó en 2018, siendo ese su primer Grand Slam (luego ganaría Wimbledon al año siguiente).

“No me esperaba tener un ataque de pánico. No sabía cómo manejarlo. No sé realmente por qué ocurrió porque estaba liderando el partido. Estaba jugando bien. No hubo ninguna razón para que ocurriera, pero no podía concentrarme. Fue quizás un exceso de pensamiento. Y no pude recuperarme, no me sentí mejor. Si me hubiera sentido mejor, habría empezado a jugar más”, aseguró

Lo sucedido a la rumana vuelve a traer a debate a situación que viven muchos deportistas sobre su salud mental y que en el tenis se ha vuelto moneda corrientes. Desde los momentos vividos por la japonesa Naomi Osaka, que comenzaron a visibilizar la problemática, muchos tenistas admitieron haber sufrido situaciones similares, como el alemán Alexander Zverev

“Esto es parte del proceso. Le pasa a mucha gente. Los momentos posteriores del partido fueron bastante duros. Pero ahora estoy bien. Me he recuperado. Lo dejé atrás y puedo volver a sonreír. Espero que no vuelva a ocurrir. Sólo tengo que aceptarlo y asumirlo. Y aprender de esa experiencia”, concluyó Halep