Si bien faltan cuatro carreras para que termine la temporada, el hecho de que Max Verstappen ya haya confirmado su bicampeonato en la categoría, implica que ya se esté debatiendo sobre el 2023. Lo que suceda dentro de la pista ya no toma tanta relevancia al no haber nada en juego y, las cosas extradeportivas venden más. Y Toto Wolff lo sabe.

Tras la polémica sobre la violación al tope presupuestario de 2021 que la FIA confirmó que realizó Red Bull (menor, pero violación al fin) y a la espera de las sanciones correspondientes, la escudería austríaca se puso en el centro de la escena y con muchos personajes tomando partido y entrando en una guerra dialéctica para poner presión a un castigo “ejemplar”.

El que más pidió esas duras sanciones es Toto Wolff, jefe de equipo de Mercedes, que ya amenazó con excederse del tope para 2023 y pagar “una simple multa” si a Red Bull no le aplican un castigo que haga que nadie quiera arriesgarse a hacer lo mismo. Pero el director de las flechas plateadas no terminó ahí.

En una entrevista a la prensa, Wolff avisó que Red Bull partirá con ventaja y será el equipo que mejor esté para el comienzo del próximo año. “Está claro que Red Bull está en una posición muy favorable, no solo para este año, sino también para el comienzo del próximo. El cambio de reglamento les ha sentado bien. Nosotros hemos perdido mucho tiempo de desarrollo solucionando el porpoising y todas estas cosas”, explicó.

Acerca del fin de su era de dominio, Wolff no quiso entrar en detalles pero declaró que todas las rachas se acaban un día. “Cada etapa termina un día, ya que no hay equipo que gane todos los campeonatos a lo largo de su vida. Y eso ha sucedido. Sucedió porque nos equivocamos en la física. No hay nada místico en eso. Tenemos excelentes personas, infraestructura de equipos, recursos financieros. En lo que nos equivocamos fue en cómo funciona el coche, pero eso nos da confianza para solucionarlo”, cerró.