La Fórmula 1 nunca para. Si bien Max Verstappen ya es el bicampeón de la categoría tras el triunfo en Suzuka, todavía hay mucha tela para cortar ya que aún se espera la resolución de la FIA en torno a la violación del límite presupuestario por parte de Red Bull durante la temporada 2021, la misma en la que Max venció a Lewis Hamilton en la última vuelta de Abu Dhabi.

Si bien no se determinó en qué se gastó ese dinero extra (el cual no superó el 5% y para la FIA es una infracción “leve”), desde el resto del paddock esperan un castigo ejemplar para Red Bull ya que esto podría sentar un precedente peligroso para la categoría y, sobre todo, para los equipo más pudientes que pueden usar más dinero del debido en años venideros.

Todo comenzó cuando se revisaban las cuentas de la temporada pasada y se descubrió que había irregularidades en la presentación de Red Bull y Aston Martin. En el caso del equipo austríaco, había un excedente menos al cinco por ciento pero que debía ser sancionado. La defensa de la escudería de la bebida energética era que ese dinero fue destinado a servicios de alimentación del equipo técnico y que no entraba en el presupuesto anual, pero para la FIA sí.

Para las autoridades, por más que ese dinero no se haya destinado al desarrollo del carro, la sanción debe estar, aunque esta sería leve. Una multa y ya. Pero en Mercedes y Ferrari desconfían de esto y aseguran que ese dinero se utilizó para mejorar el carro campeón y que harían lo mismo si finalmente a Red Bull no le aplican un castigo ejemplar. De hecho, Toto Wolff, jefe de equipo de Mercedes, lo confirmó a la prensa:

“Si Red Bull ha gastado dos millones de euros más, podrían cerrar el asunto pagando a la FIA cinco veces esa cantidad, diez millones. Y en ningún caso sería justo porque daría el derecho a hacer trampas pagando una multa. Mercedes ya ha hablado de ello y si se hace, estamos listos para planear un presupuestao extra y la consiguiente multa para recuperar rendimiento y volver a la parte delantera”.

Un exceso al límite es un exceso al límite, pero una vez más el reglamento de la FIA vuelve a ser confuso sobre qué debería ser parte del presupuesto y qué no. La diferente interpretación de esto lleva a que la categoría vaya por caminos sinuosos y peligrosos para la transparencia del campeonato.