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Mick Schumacher tenía todo para seguir los pasos de su padre Michael y hacerse un nombre propio en la categoría que vio triunfar al ganador de siete títulos mundiales. Un apellido de peso y campeón de Fórmula 2 auguraban un éxito temprano. Pero no siempre es tan fácil.

Mick arribó a la Fórmula 1 como piloto de Haas, ya que la escudería estadounidense es cliente de Ferrari, cuya Academia de Pilotos tenía al joven alemán entre sus filas. Su debut en 2021 lo encontró en uno de los peores monoplazas de los últimos años, y la mira estaba puesta en 2022. Pero no le tuvieron paciencia.

Si bien sumó sus primeras unidades en el pasado campeonato, el regreso de Kevin Magnussen al equipo expuso la inexperiencia de Mick. Y tras varios accidentes, Haas decidió no renovarle al mismo tiempo que Ferrari anunciaba que Schumacher ya no pertenecía a la estructura del equipo.

Ahí apareció Mercedes, escudería en la que su padre se retiró y lo contrató para ser su piloto de reserva. Pero no será la única, ya que McLaren (equipo cliente de Mercedes) también lo fichó para que sea su tercer piloto durante este 2023.

De esta forma, Mick podrá estar en la Fórmula 1 en esta temporada realizando prácticas libres en cualquiera de las fechas del calendario y también estará disponible si alguno de los pilotos de Mercedes o McLaren no puede competir.

Así, ante alguna eventualidad de uno de los cuatro competidores titulares, Lewis Hamilton y George Russell en Mercedes o Lando Norris y Oscar Piastri en McLaren, el hijo del Kaiser volverá a correr en la F1, a la que espera regresar pronto como piloto titular y demostrar que no solo está en la categoría por portación de apellido.