Los flashes de la temporada se lo están llevando Red Bull y Ferrari. La escudería austríaca parece haberse recuperado de sus problemas de fiabilidad y protagonizó un 1-2 con Verstappen y Checo Pérez (segundo triunfo en cuatro carreras para el neerlandés, las otras dos las abandonó). Mientras que los de Maranello tropezaron por primera vez, pero se muestran muy sólidos con un Charles Leclerc que es el piloto a batir.

¿Y Mercedes? ¿Dónde quedó el equipo que fue dominante y no tuvo rival a partir del comienzo de la era híbrida en 2014 y que lo llevó a ganar siete títulos seguidos de pilotos y ocho consecutivos de constructores? La respuesta parece estar en el cambio de reglamento y la falla en el diseño del W13 que puso en aprietos hasta a un séptuple campeón del mundo como Lewis Hamilton.

En Imola, las flechas plateadas volvieron a sufrir las dificultades de un trazado complejo que, encima mojado por la lluvia, no les brindó seguridad en el ritmo y ambos carros fallaron en llegar a la Q3. En carrera se vio mas de lo mismo y Hamilton quedó trabado detrás del Alpha Tauri de Pierre Gasly y no pudo avanzar ni una posición respecto de su lugar de largada (decimotercero). Para colmo, fue doblado por Verstappen, con quien luchó mano a mano por el título en 2021.

Ni bien le bajaron la bandera a cuadros, Toto Wolff, jefe de equipo y CEO de la escudería alemana, tomó el micrófono de la radio y le pidió disculpas a Hamilton por lo que tuvo que pasar en la carrera: “Lewis, perdón por lo que tuviste que conducir hoy. Se que que el carro es inmanejable y no es lo que merecemos para obtener resultados. Fue una horrible carrera pero nos moveremos a partir de aquí”. A lo que el piloto respondió con un escueto “No te preocupes Toto, hay que seguir trabajando duro”.

El inconveniente es que con el mismo monoplaza, y siendo claramente el piloto número dos del equipo, George Russell no hizo una mejor clasificación (largó decimoprimero), sino que remontó hasta el cuarto lugar defendiéndose de vehículos más potentes como el Alfa Romeo de Valtteri Bottas. Es cierto que tuvo mejor suerte en la largada y pudo correr con más aire limpio, pero el piloto tiene un mérito importante que expone a Hamilton.

Así, se abre un interrogante. O el Mercedes no es tan inmanejable para que Russell pueda remontar como ayer, o entonces George está superando ampliamente a Lewis en habilidad de conducción. Cualquiera de las dos dejaría a Hamilton en una situación incómoda que solo se podrá encausar con buenos puntos en las próximas carreras.

Próxima parada, Miami