No hay dudas de que los monoplazas de Mercedes son de los más impactantes de la parrilla desde su regreso a la categoría en 2010. Y no solo por su potencia que los llevó a ganar el Campeonato de Pilotos y Constructores de manera consecutiva entre 2014 y 2020.

Durante las últimas dos campañas, los coches de la escudería alemana portaron un color negro, combinado con los característicos turquesa y bordó de los patrocinios. La elección del color se debió a la sugerencia de Lewis Hamilton para así apoyar la causa del “Black Lives Matter”, en defensa de la violencia racial.

Pero los ubicados en Brackley volverán a correr con el color plateado tradicional la próxima temporada, según informó la prensa alemana. Se trata de una información que ya adelantó Toto Wolff a principios de año, aprovechando la nueva normativa para un cambio total, tanto en rendimiento como en imágen.

“En 2022 habrá reglas nuevas y queremos recordar nuestra historia de nuevo con las flechas plateadas, pero el tema contra el racismo seguirá siendo muy importante para nosotros”, ha expresado Toto Wolff para concluir.

De todas formas, hay quien teoriza que la decisión del cambio de color es un guiño al piloto británico, que aún no ha confirmado su presencia en la categoría, más allá de tener contrato vigente por dos temporadas más. Su silencio luego de la polémica definición siembra las dudas en a competición.

Pero, en la información que hay, se revela que la intención del equipo es negociar una nueva renovación con él más allá de 2023, cuando finalice el actual contrato que tanto tardó en firmarse, aunque por un sueldo bastante menor que este, pues no hay que olvidar que el británico fue muy exigente en sus demandas.

La historia de Mercedes en ese sentido es muy particular. En un principio, sus coches eran blancos, pero en 1934 tuvieron que ‘rascar’ la pintura porque los bólidos pesaban demasiado, y ahí nació la leyenda de las flechas plateadas.