Cada cambio de reglamento en la Fórmula 1 es una caja de sorpresas. Los equipos tienen que adaptarse a nuevos diseños, muchas recopilaciones de datos y a planear las actualizaciones necesarias (que suelen ser muchas) para mejorar el rendimiento de un monoplaza que tarda en encontrar su punto óptimo. Pero a veces las cosas no suelen salir como se planean.

Lo sorpresivo del caso es que esta situación puso a Mercedes, el amplio dominador de la era híbrida desde su implementación en 2014, en un presente muy decepcionante con apenas dos terceros puestos como mejores resultados en las cinco carreras que van disputadas.

Los carros de Lewis Hamilton y George Russell están muy lejos del rendimiento de los Red Bull y de los Ferrari y las primeras impresiones de un monoplaza lento y difícil de maniobrar que se vieron en la pretemporada, terminaron por confirmarse con el correr de las carreras. De hecho, Hamilton llegó a quedar eliminado en la Q1 de Arabia, mismo escenario en el que obtuvo pole y victoria apenas unos meses después.

A todo esto, Toto Wolff, responsable del equipo, no se anduvo con vueltas y fue totalmente honesto al expresar sus sensaciones del presente de la escudería. “Al final del día o estas contento o no, pero en este momento es un poco aburrido. Somos los terceros más rápidos y, en cierto modo, estamos en tierra de nadie, ya que no empeoramos el rendimiento, pero tampoco avanzamos”.

Es cierto que la situación es atípica para toda la escudería, acostumbrada a los éxitos de cada fin de semana durante ocho años. Ahora, todo es más complejo porque hay muchos datos que analizar y revisar, además de tener en cuenta las sensaciones de los pilotos, que a veces no coincide con los datos mostrados en las computadoras.

“Nunca habíamos estado en una situación similar de falta de correlación y esto lo hace aún más complicado. Me molesta mucho repetir siempre lo mismo, pero es así. Hemos sido directos desde el principio. Está claro que el coche tiene potencial y puede ser rápido. Simplemente, no sabemos cómo desbloquear ese potencial. Tal vez es un coche extremadamente difícil de pilotar al límite”.

Luego de unas buenas sensaciones en las sesiones de prácticas en Miami, donde los Mercedes mostraron velocidad, en carrera los carros volvieron a decepcionar y sufrieron nuevamente el efecto “rebote” que complica la maniobrabilidad en pista, sobre todo la velocidad punta en rectas.

La realidad, es que luego de cinco Grandes Premios, Mercedes no acumula ningún triunfo y se ubica cómodamente en el tercer lugar de constructores, a 56 puntos de Red Bull y con 49 puntos de ventaja sobre McLaren. Efectivamente, luchando contra sí mismo.