La Fórmula 1 se caracteriza por su innovación constante. La búsqueda permanente de mejoras que le den velocidad, potencia y fiabilidad a un monoplaza, en el que cada segundo en el reloj cuenta. Incluso en épocas de cambio de reglamento, esos vacíos legales causan cosas como las que presentó Mercedes ayer.

La escudería alemana, con sede en Brackley, Inglaterra, siempre se caracterizó por estar un paso más allá que el resto desde su retorno a la Fórmula 1 en 2010. Pero a partir de 2014, con la llegada de era híbrida y los motores turbo, dieron el golpe de gracia al interpretar a la perfección lo que había que hacer. Así, junto a Lewis Hamilton, desde entonces, ganaron siete campeonatos de pilotos seguidos (seis del británico, uno de Nico Rosberg, y solo perdieron el último ante Max Verstappen) y ocho de escuderías (ganaron todos).

Y para este 2022, donde se estrena una nueva normativa en el diseño de los monoplazas, cada escudería la interpreta a su forma. Pero Mercedes se presentó en Bahréin con un diseño que despertó sospechas acerca de la legalidad del auto. Los pontones laterales angostados del W13, dando como resultado un carro estrecho que podría ser muy veloz. El equipo explotó los grises del reglamento y otras escuderías deslizan que se está quebrantando el espíritu de las normas.

Solo resta saber si el diseño es efectivo. En las pruebas de ayer, tanto Hamilton como Russell experimentaron problemas en las curvas y en las frenadas, además de un efecto rebote en las rectas, inconveniente que están teniendo todos los monoplazas de la parrilla. Pero por más que el diseño no funcione ahora, abre la puerta para una futura actualización, si se resuelven los problemas, por lo que ya hubo “protestas” de otros equipos.

“El Mercedes nuevo viola el espíritu de las reglas. Para nosotros, algunas piezas no son correctas”, declaró Christian Horner, director de Red Bull. Distinta es la opinión momentánea de la FIA, que si bien puede considerar que un diseño está dentro del reglamento, puede vetarlo por no considerarlo justo en favor de la igualdad.

“Los equipos quieren estar seguros de que nadie tomó la interpretación que no les parece correcta. Creo que hay que ser justos. Creo que cuando un equipo tiene una idea, con innovación, novedosa, no hay que penalizarlo directamente. Creo que hasta ahora aprueba el diseño”, declaró Ross Brawn, ex director de Merecedes y de la Fórmula 1.