Tailandia y la Fórmula 1 tienen más puntos de contacto de los que la gente cree. El Príncipe Bira de Siam fue el primer piloto de esas tierras en competir, cuando la categoría daba sus primeros pasos. Corrió en las primeras cinco temporadas, entre 1950 y 1954 y puntuó en tres carreras. Luego, en los siguientes sesenta años no hubo más representantes.

Eso mismo debió pensar Alexander Albon cuando decidió correr bajo bandera tailandesa, a pesar de haber nacido en Londres. Albon, era hijo de Nigel Albon, un vendedor de autos inglés con pasado en competencias de motor locales, y de Kankamol Ansushina, tailandesa de nacimiento pero radicada en Inglaterra desde joven.

Lewis Hamilton (como piloto de McLaren) le entrega un trofeo a un joven Albon en una competencia británica de karting

Alex, el mayor de cinco hermanos, vivió, se educó y dio sus primeros pasos en el automovilismo en Inglaterra. Pero la decisión de tener la licencia tailandesa y correr representando al país de su madre, se basó en un hecho que lo marcó para siempre y casi lo hace abandonar su carrera deportiva. Pero para llegar a eso, primero hay que hablar del Alex joven.

Se subió a un karting a los siete años impulsado por el oficio de su padre, que no puso mucha resistencia ante el interés de su hijo mayor. Apenas tres años después, Alex ya triunfaba en campeonatos de cadetes en su Inglaterra natal. Incluso, en los siguientes años ganó al menos un campeonato por año en diversas categorías de karting.

Eso hizo que llamara la atención de Red Bull Racing y que la escudería lo sumara a su programa de jóvenes pilotos. En el mundo del karting, compartiría pista con otra estrella emergente, Max Verstappen. Pero Albon pagó esa confianza con resultados y en 2010 ganó la Copa Mundial de Karting de la categoría KF3 (la misma que ganaría Charles Leclerc al año siguiente) y la Copa Europea de la misma categoría. En 2011, saldría subcampeón del Campeonato Mundial de la CIK detrás de Nick de Vries.

Alex Albon se codeó con pilotos como Verstappen desde la época de karting

El paso a los monoplazas era inminente. Con el patrocinio de Red Bull, la carrera de Albon prometía mucho y formaba parte de una camada de pilotos junto al mismo Leclerc, George Russell, Lando Norris y Pierre Gasly con los que ya había competido y se esperaba que dominaran la próxima generación en Fórmula 1. Pero todo estuvo a punto de desmoronarse.

La razón era nada más y nada menos que su madre. Kankamol, que acompañaba a Alex a todas las carreras que podía durante el ascenso de su hijo a las grandes competencias, fue condenada a seis años de prisión por estafas con un valor de 10 millones de libras. Las investigaciones comenzaron en 2008, pero ante falta de pruebas contundentes, Ansushina salía bajo fianza o permisos especiales. Pero finalmente se destapó la olla.

Alex y sus hermanos, de los que tuvo que hacerse cargo mientras su madre estaba en prisión

Se descubrió que Kankamol había tomado el control de la concesionaria de su marido, que comercializaba carros de lujo de marcas como Ferrari, Bugatti, Rolls Royce o Maseratti, y esta seguía operando a pesar de las pérdidas que registraba. La madre de Albon había estafado a inversionistas y evadido impuestos por montos millonarios. Para colmo, Nigel se había separado de Ansushina y se le perdió el rastro luego del escándalo. Alex se había quedado solo.

Con apenas dieciséis años, el joven piloto quedó a la deriva. Red Bull le retiró el patrocinio y lo apartó de su academia, por lo que su carrera quedó en suspenso al mismo tiempo que tenía que afrontar las deudas vendiendo todas las propiedades de su madre (casa, vehículos, artículos de lujo) que apenas alcanzaban los montos mínimos impuesto por la justicia.

George Russell, Charles Leclerc y Alex Albon en Fórmula 3. Hoy, los tres están la máxima categoría

Haciendo malabares para reunir el presupuesto necesario, Albon compitió en la Eurocup de la Fórmula Renault. En 2012 salió 38°, en 2013 salió 16° y en 2014 tuvo un gran rendimiento finalizando en tercer lugar. Para 2015, Alex ya había confirmado su presencia en la estructura de la Fórmula 3.

Hubo muchas teorías de cómo el piloto, que ya había decidido correr bajo bandera tailandesa como símbolo de la lucha que tuvo que afrontar por la situación de su madre, reunió el presupuesto para seguir compitiendo. Desde la participación de Red Bull desde las sombras para no involucrarse directamente en el escándalo familiar del Albon, o la presencia de Nigel también desde un lugar oculto, son las más difundidas. Alex nunca habla del tema.

Lo cierto es que en 2015 ficha por el equipo francés Signature para competir en el Campeonato Europeo de la Fórmula 3, donde acaba en séptimo lugar. La buena actuación, le vale hacerse en 2016 con un hueco en el GP3 Series, la actual Fórmula 3, con el poderoso equipo ART donde compartió equipo con Leclerc y de Vries. El tailandés finalizó subcampeón del monegasco, aunque triunfó en más carreras que su compañero (4 a 3).

Albon y Lathifi fueron compañeros en Fórmula 2. Hoy vuelven a serlo en Williams

Inmediatamente, los tres suben a la Fórmula 2 (la antesala de la F1), aunque solo Albon se queda en el equipo. Con dos podios, Alex finaliza en décima posición y con la posibilidad de mejorar su números para el año siguiente fichando por DAMS. Pero los problemas no pararían. El dinero suficiente seguía sin aparecer y los patrocinadores eran cada vez menos.

“Recuerdo que en enero y febrero del 2018 hablaba por teléfono con Francois Sicard literalmente rogándole por tener el asiento para este año cuando yo no tenía el dinero para ello, y él me lo dio de todos modos, desde entonces siempre se trató de demostrar mi talento y permanecer en el campeonato”, explicó Albon.

La ayuda de DAMS tenía una condición: lo apoyaban a pesar de la falta de presupuesto y patrocinios, pero debía fichar para el equipo de Fórmula E para la próxima temporada. Así, el sueño de la Fórmula 1 parecía acabarse. Pero el milagro ocurrió.

Albon regresó a la estructura de Red Bull para correr en F1 fichando para Toro Rosso

Luego de terminar en tercera posición en su segundo año en la Fórmula 2, acumulando cuatro victorias y tres pole positions, todo parecía que el futuro de Albon estaba en la categoría eléctrica. Pero Red Bull lo volvió a contratar, ofreciéndole un asiento en Toro Rosso para la temporada 2019. El momento de su retorno a la escudería austríaca no fue coincidencia, ya que su madre había salido de la cárcel apenas un mes antes. Todo parecía volver a iluminarse.

El resto de la historia es conocida. En apenas media temporada, demostró estar a la altura puntuando en cinco de doce carreras. El flojo rendimiento de Pierre Gasly en Red Bull hizo que Christian Horner y Helmut Marko prefirieran a Albon por encima del francés para el resto de la temporada. De todas formas, el tailandés no pudo subirse al podio en las nueve carreras siguientes.

El paso de Albon por Red Bull fue decepcionante ante la exigencia del equipo y el rendimiento de Verstappen

Para 2020, fue “víctima” de la exigencia impaciente del equipo. Mientras Max Verstappen dejaba la vara muy alta para el resto, el compañero de turno debía lidiar con la presión de seguirle el ritmo al neerlandés. Ricciardo no pudo, Gasly tampoco y Albon no fue la excepción. Apenas dos podios en la temporada y un séptimo lugar en el campeonato que colmó la paciencia del equipo.

Su lugar fue ocupado por Checo Pérez y Albon fue relegado a la reserva y la simulación. Si bien no se mantuvo inactivo, ya que corrió para Alpha Tauri en DTM, estuvo presente todo el 2021 en el paddock junto a Red Bull en aprendiendo y sumando experiencia desde dentro.

“En las primeras carreras fue terrible, yo era un piloto de reserva, así que tenía que ir a todas las carreras, pero solo estando allí. No podía mirar, solo estaba sentado y tratando de mantenerme lo más alejado posible. Fue importante escuchar a Max y ‘Checo’ Pérez. Siempre escuchaba a sus ingenieros y tomaba consejos de ellos. Como personas, sus personalidades, ¿cómo interactuaban con el equipo y cómo aprendían? Fue bastante interesante alejarse de los focos y del paddock de esa manera para mirar las cosas desde una perspectiva diferente”, explicó el tailandés.

De hecho, fue el primero en agarrar el micrófono y felicitar efusivamente por radio a Verstappen ni bien el neelandés cruzó la meta y se consagró campeón luego de la polémica carrera en Abu Dhabi. La felicidad de Albon tenía un motivo extra: había asegurado su lugar para 2022 en Williams.

Hoy, el presente de Alex vuelve a ser prometedor. Lejos de la exigencia de Red Bull, Albon se permite correr más relajado en un equipo con aspiraciones mucho menores. Al igual que hizo George Russell, está aprovechando su momento en Williams (uno de los peores equipos de la actualidad) con actuaciones destacadas. Ya puntuó en dos de las cinco carreras con actuaciones épicas.

Problemas familiares, caídas y levantadas, momentos de crisis y resurrección. La carrera de Albon tuvo y tiene de todo. ¿Qué más le deparará?