En sus dos primeros partidos, Austin FC, equipo comandado por Josh Wolf, se ha destapado con 10 goles, tres de ellos con el nombre y sello del argentino Sebastián Driussi, el fichaje por el que más se ha invertido en el club desde su fundación, 7 millones de dólares abonados al Zenit de Rusia por su transferencia.

El delantero de 26 años, surgido de las inferiores de River Plate, donde fue figura antes de su paso por el fútbol europeo, no tuvo unos últimos años destacados, por lo que su estadía en la MLS es la oportunidad para poder volver a demostrar su nivel y capacidad goleadora.

Driussi dejó River en 2017 luego de haber sido clave en la obtención de la Copa Libertadores en 2015 y de haber convertido 28 goles en 107 partidos, durante las cuatro temporadas que estuvo desde su debut oficial con el club de la capital argentina.

Su última temporada, en la que convirtió 23 de esos 28 goles, le valió llamar la atención de varios equipos de Europa. Finalmente, el Zenit ruso fue el que pagó 20 millones de dólares para llevárselo y convertirlo en la segunda venta más cara de la historia del club argentino.

En sus primeros partidos pudo demostrar su capacidad goleadora, pero el envión se fue disminuyendo, por lo que finalmente, luego de cuatro temporadas completas en el fútbol ruso, Driussi completó 138 partido y apenas 25 goles. Si bien ganó la Liga Premier Rusa en tres ocasiones, sumado a una Copa de Rusia y dos Supercopas, su imagen se fue desdibujando y finalmente recaló en Austin para un cambio de aires.

Ahora, en Texas, tiene un proyecto a su servicio en el que, si bien puede liderarlo, hay otros intérpretes que son parte importante del equipo, como los también sudamericanos Cecilio Domínguez de Paraguay o el también argentino Tomás Pochettino.

Esta es la segunda temporada en Austin (la primera que arranca desde el inicio), y Driussi ya mostró lo que puede hacer, convirtiendo tres tantos en dos jornadas, sumándose a la gran capacidad goleador del equipo en lo que va del torneo. Es la oportunidad perfecta para volver a crecer y ser parte de algo más importante.