Hay franquicias en la MLS que se gestan con la idea de hacer una base futbolística en una ciudad o estado, y hay otras que se crean con la idea de conseguir éxitos bajo un proyecto ambicioso. Esta última era la idea de David Beckham al fundar Inter Miami hace unos años. Pero el proyecto tiene todo menos éxitos.

Un equipo situado en la lujosa ciudad de Miami, con el glamour de sus playas y su variedad cultural, sumado a fichajes importantes como Gonzalo Higuaín, con la misión de impactar desde el primer momento en la Liga, más la construcción de un estadio propio como hogar para los miles de fanáticos que iban a festejar los éxitos del club, era un combo muy tentador y que generaba mucha ilusión en todo el entorno del Inter.

La ciudad se movilizó, los refuerzos llegaron, el estadio está en construcción, pero solo falta una cosa: los éxitos. Las primeras dos temporadas del Inter Miami no cumplieron las expectativas propuestas. Porque el equipo no llegó para adaptarse, sino para ganar desde el minuto uno. En 2020 clasificó a duras penas a la ronda de comodines para el acceso al PlayOff, pero en dicha instancia cayó ante el otro debutante, Nashville, por 3-0.

En 2021, la misión era mejorar lo hecho en la temporada anterior. No solo no se hizo, sino que empeoró. Inter ni siquiera clasificó a la postemporada. Volvió a tener récord negativo y quedó a siete puntos de los PlayOff, muy lejos para las expectativas iniciales.

2022 se veía como, al fin, el año que iba a cambiar el rumbo del equipo. Pero no. Ni siquiera la reestructuración planteada antes de la temporada le ha rendido resultados. La nueva defensa no ha rendido frutos (es la segunda más goleada de la Liga) y el ataque con Higuaín, Campana y Lassiter es el menos efectivo de toda la MLS. Y para colmo, el entrenador inglés Phil Neville ya no tiene tanto crédito para aguantar esta racha negativa.

La derrota 3-1 ante Cincinnati, uno de los peores equipos de las últimas temporadas, dejó a los de Florida en el último puesto, tanto de la Conferencia Este, como de la Liga, con apenas un punto en cuatro presentaciones (hay otros tres equipos con el mismo registro, pero Inter es el que peor diferencia de gol tiene).

Beckham dijo hace unas semanas que quería ver competir a este equipo de Florida, sin embargo, no solamente se han quedado lejos de las expectativas, sino que actualmente no hay un equipo que sea peor que los ‘flamingos’, y en caso de no haber mejora podría haber medidas drásticas.