Cada franquicia de la MLS tiene momentos variados durante sus primeros años desde su llegada a la Liga. Algunos tienen éxito inmediato, como Atlanta, y otros requieren de una temporada de adaptación y luego empiezan a dominar. Pero hay uno que desde que llegó, no conoce otro puesto que el último lugar a final de temporada: FC Cincinnati.

Apenas un puñado de partidos ganados en cada año desde 2019, año en que ingresó oficialmente a la MLS, lo catalogan sin discusión como el peor equipo de la liga estadounidense, etiqueta que no ha podido sacarse en ninguna temporada.

Pero el 2022 es distinto. Si bien comenzó con dos derrotas en dos partidos, que auguraron otra temporada con sufrimiento y frustraciones, Cincinnati sacó seis puntos de seis posibles en los siguientes dos encuentros, metiéndose en la mitad de tabla en la Conferencia Este y haciendo que sus fanáticos se pregunten “¿Éste será el año?”. La pregunta no refiere a si clasificará a la postemporada, sino más bien a si el equipo será competitivo y, al menos, peleará para entrar a los PlayOff.

Florida le sienta bien al equipo, ya que justamente de allí provienen los dos equipos a los que venció. Primero un 2-1 sufrido ante Orlando como visitante con un doblete de Brandon Vázquez, y luego un cómodo 3-1 a Inter Miami, con otro doblete del delantero estadounidense de origen mexicano, pusieron a Cincinnati en el octavo puesto en el Este, con la misma cantidad de puntos, pero menor diferencia de gol que DC United, el último que hasta ahora ingresa a PlayOff.

Vázquez es la clave del equipo. Estos cuatro tantos que convirtió en los dos triunfos lo ponen en la cima de la tabla de goleadores y las esperanzas de todo un equipo están puestas en él para que pueda seguir con la racha goleadora.

El argentino y capitán, Luciano Acosta, es el que mueve los hilos y si su nivel sube, el del equipo también. Junto a él fueron claves en estos triunfos el venezolano Junior Moreno y el senegalés Dominique Badji. Todos en Ohio confían en que mantengan la racha. Falta mucho para el final, pero dos triunfos al hilo no se consiguen todo el tiempo, menos cuando se acostumbra a ser el peor equipo de la Liga