Sin duda alguna, la revelación de esta temporada está siendo el Austin FC. No importa que apenas vayan dos jornadas disputadas. Sus dos triunfos, ambos por goleada y convirtiendo cinco tantos en cada uno de ellos son un récord que lograron en apenas su segunda temporada en la MLS.
Pero más allá de eso, el otro beneficiado del gran comienzo del Austin, es la propia MLS. Que uno de los equipos nuevos, producto de la expansión de las últimas temporadas tenga un nivel superlativo de juego, habla bien de las intenciones de la Liga de no agregar equipos solo por llegar a una cantidad determinada, sino a apostar a un proyecto.
Austin FC es propiedad de Two Oak Ventures, anteriormente conocido como Precourt Sports Ventures, que está dirigido por el director ejecutivo Anthony Precourt. y Otros socios inversores en Two Oak Ventures incluyen al actor Matthew McConaughey, el empresario local Eduardo Margain, el ex ejecutivo de Dell Marius Haas y el empresario energético Bryan Sheffield.
Todos ellos fueron los que determinaron que se podía hacer desde el comienzo un equipo competitivo en una ciudad que no tiene equipos importantes en las demás ligas deportivas de Estados Unidos (el más destacado es el Austin Spurs, el filial de San Antonio Spurs, que juega en la NBA D-League).
Con la llegada de Sebastián Driussi desde el fútbol ruso, el aporte de Cecilio Domínguez, la experiencia de Alexander Ring, Diego Fagundez y Julio Cascante, se armó un equipo que en apenas un par de año pasó de estar expectante a, en al menos dos encuentros, ganar, gustar y golear, las tres máximas del fútbol.
Y eso es a lo que apunta la MLS. La llegada de tantas franquicias en tan poco tiempo (ya están confirmadas dos más para ser 30 equipos en 2024) fue criticada por desvirtuar la liga y sumar equipos solo por dinero. Pero Austin, o Atlanta en su momento, son el ejemplo de que la MLS quiere asentar las bases de su crecimiento y tener a los equipos establecidos en el preciso momento en que la Liga está creciendo a pasos agigantados.
Las próximas franquicias serán en St. Louis y en Las Vegas, y por lo que se pudo ver de los proyectos, tendrán una ambición similar a la de Austin y una idea de crecimiento basado en el scouting y en el fichaje de jugadores que, sin ser estrellas, pueden coexistir en un plantel y ser parte de una identidad de juego que brinde frutos inmediatamente.
De esta forma, la MLS, si bien querrá tener estilo propio, imitará a la NBA, donde hay la misma cantidad de equipos, pero lo importante no es el presupuesto, sino el proyecto que se realizará. Todos tendrán las mismas posibilidades de luchar por el título, ya que las herramientas serán para todos por igual. Y lo hecho por Austin en estas dos fechas, es un aviso para las demás franquicias de que con poco, se puede llegar lejos.