Los Tigres del Licey están inspirados. No creen en nadie. Han ganado cuatro juegos al hilo, se ubican de primeros en la tabla de posiciones y no hay señales de que puedan entrar en barrena o en una crisis ofensiva.

Una de las razones para este éxito tempranero ha sido Ronny Maurico, uno de los peloteros más excitantes de esta temporada. Una línea ofensiva de .350/.394/.567, más un OPS de .961 nos dan un indicativo de su rendimiento.

Pero esto no es cuestión del azar, sino fruto del trabajo. “Me levanto temprano todos los días y me voy al gimnasio”, dice Mauricio. “Y para los partidos de las 7 de la noche llegó al play a eso de las 12:30 o una de la tarde”.

Esa es la vida secreta de los peloteros. Ellos tienen una vida fuera del terreno y es la que pocos conocen. Y debe ser así.

“Los aficionados ven lo que pasa allá afuera en el terreno, pero no ven lo que pasa aquí adentro”, explica. Y es que tras bastidores hay otra vida. “No saben lo que uno pasa personalmente u otras cosas del beisbol que ocurren. Creo que es lo más difícil de Lidom, su fanaticada“.

Llegó el momento entonces de soltar la pregunta. ¿Qué es lo más difícil en la vida de un pelotero?

Ronny es sincero. Habla sin ambages, va directo al grano. “Lo más difícil de un pelotero profesional es llevar una vida allá adentro y otra vida afuera”, confiesa. “Esto no es fácil. Yo salgo de mi casa a mediodía y regreso a la una de la mañana“.

Dentro de sus rutinas está una comida sana. “Desayuno, amuerzo y ceno normal“, anota. “En mi casa comemos sano”.

Era el momento de soltar la pregunta bomba. ¿Lo han llamado de Estados Unidos para decirlo que no vaya más? Los Mets lo tienen en planes futuros y siempre lo vigilan a ver qué pasa.

“Por ahora no. Sólo me dicen que sigan haciendo buen trabajo y trabajando fuerte”. 

Mauricio no está satisfecho del todo con su rendimiento. “Entre las cosas que debo mejorar está la zona de strike”, atiza. “Debo seleccionar mejor los pitcheos. En la defensa tengo que mejorar la posición de mi pie y estoy trabajando en eso”.

Sobre el rendimiento del equipo es claro. “Para nadie es un secreto de que todo esto es producto del trabajo”, afirma. “Es un trabajo en equipo, confianza, mucha confianza. Yo confío mucho en casa uno de mis compañeros. La unión que hay entre cada uno de nosotros. Es una ayudua mutua. Y de verdad que se siente bien la energía que hay en el equipo”.