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Ramón Hernández fue a recibir el premio MVP de la semana y su premio de 50 mil pesos como incentivo. El slugger del Licey se veía movido por la distinción dada por la crónica deportiva que elige, de manera oficial, a los mejores peloteros de la semana. El sligger de los dirigidos por José Offerman recibió tanto la estatuilla conmemorativa como su bono de 50 mil pesos.

El criollo tuvo una línea ofensiva en la ronda regular de .279/.350/.429 con cuatro jonrones 24 remolcadas, 17 anotadas, además de siete dobles, y un triple. Para algunas personas es uno de los candidatos para el MVP de la temporada.

“Una temporada maravillosa de la que le doy gracias a Dios”, fueron las primeras palabras del criollo. “Debo darle gracias también al cuerpo de coaches que confiaron en mí y todos los que me han ayudado en esta temporada”.

Al acto de entrega, dirgido por el peridista Satosky Terreno, jefe de prensa de LIDOM, asistieron Audo Vicente, gerente general del equipo, y el Ricardo Ravelo, presidente de los añiles.

Hernández respondió a la confianza, no se amilanó con el reto y los números dicen lo que hizo: cumplir con su papel.”Lo primero que hice fue hacer mi rutina todos los días, durante toda la temporada”, destacó. “Los viajes también cansan mucho, pero lo más importante es que ganamos”.

Para Hernández lo más importante fue la actitud mental. “Siempre estaba preparado para cualquier cosa”, explicó. “Creo que esa ha sido la clave de todo”.

Los Tigres del Licey lo colocaron el lunes, primer juego de la semifinal, como cuarto bate y primera base. Esa es la mejor demostración de la confianza que le han dispensado dentro del equipo azul.

“Yo nunca me presiono de nada”, dice. “Yo solamente me ocupo de aquello que puedo controlar. Yo llego todo los días al parque a trabajar, a seguir mi plan mi trabajo y más nada. Uno no tiene que hacerle mente a nadie, porque si haces eso no te irá bien”.