Ir al estadio Quisqueya Juan Marichal puede ser una de las experiencias más intensas de una persona. No solo por lo que implica estar allí en un juego importante y ver a los peloteros batirse en duelo día tras día y noche tras noche sino por todo lo que implica socialmente pasar una velada en la casa de los Tigres del Licey y los Leones del Escogido.

Por eso los promotores del show se esmeran en darle a los aficionados un abanico de posibilidades para que los asistentes puedan saciar su hambre y su sed. Desde el Wendy’s, quien se estrena este año en la pelota local, hasta empanadas dominicanas y tequeños venezolanos se puede comer en el recinto capitaleño.

¿Los precios? Es debatible el tema del costo. Para algunos una empanada en 200 pesos puede parecerle cara, pero llevarla hasta la silla tiene un costo y pagar el alquiler del local también. Lo mismo podemos decir del picapollo, o de las pizzas. Inclusive helados Bon aumentó un chin sus precios en el parque de pelota.

¿Qué quieres comer?

El sándwich de chicharrón de una cadena brasileña se ha convertido en una de las vedettes del abanico gastronómico. Lo mismo se puede decir del chimi que vender en Frank’s o de las cachapas de K-Tequeños. También puedes tomar cocteles o güisqui escocés. Eso sí, cuando juega el Licey es una marca y cuando le toca al Escogido es otra. Así que escoge bien lo que desees libar.

El picapollo de Pollos Rey’s vende cinco mil comidas diarias en los juegos buenos, nos cuenta el gerente de la tienda. Lo mismo podemos decir de las empanadas. “A veces hemos sacado alrededor de unas 15 mil unidades en un juego de Licey-Águilas”. Esto implica casi 1.5 empanadas por persona o un gasto de 400 pesos por persona para mitigar el hambre.

Las pizzas son de una cadena importante, Pizza Hut. Venden la personal o por pedazos. Todo dependerá de cuánto quieras comer. Es uno de los pocos lugares en donde se puede pagar con el plástico. Todos los demás sitios, menos helados Bon, aceptan solo efectivo.

Pero en vez de contar todo en una reseña es mejor ir al parque de pelota y cerciorarse de lo que se dice. Es divino ir a un juego de pelota. Uno de la pasa muy bien en el estadio.