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Lo primero que hay que aclarar es que el rumor no es noticia. Por consiguiente nunca podemos darle categoría de noticia -y valga la redundancia- ni tampoco credibilidad. Por eso no importa si es falso o verdadero. El rumor crea ruido comunicacional, exalta pasiones ocultas y, la mayoría de las veces, logra el efecto contrario. Por eso es importante saber de qué va la cosa, sobre todo en los corillos del beisbol.

El nuevo “chisme” de pasillo es que Vladimir Guerrero decidió integrarse el Escogido esta semana para tomar unos turnos y estar disponible en el draft de reingreso. En caso de que eliminen a los felinos, de perder este miércoles contra las Estrellas no habría nada que hacer, dicen que Guerrero se estrenaría igualemente para jugar al menos un partido en la ronda regular y apuntarse en la lista de los disponibles para que los escojan los Tigres del Licey.

La noticia es una sola. Vladimir Guerrero está en el roster del Escogido para esta última semana. Punto. Esa es la única verdad.

Entonces ¿de dónde salió esta especie? ¡No se sabe! Es una versión demasiado rocambolesca como para creerla. La ingenuidad de muchos, o la mala intención, ha permitido construir semejante disparate. Primero, al momento de él integrarse al club no está matemáticamente eliminado; segundo, en la pelota siempre se ha dicho que las medidas desesperadas llegan al final del año, y esta es una medida de extrema urgencia para la gerencia roja. Así de sencillo.

Pero claro, todos aquellos que inventan los rumores se protegen. Siempre hay un si (sin tilde, condicional) o un “if”, como se dice en inglés. Y el “if” en este caso, el si condicional es este. “Solo se apuntaría (otra vez el pospretérito, ¿no ven la constante?) si los Tigres del Licey quedan primeros. Si las Águilas culminan en la cima entonces no se anotaría.

Además, Guerrero no necesita jugar en Lidom para ponerse ready para el Clásico Mundial. Desde hace ya dos temporadas él mismo se somete a un programa estricto de entrenamientos en el invierno que en realidad jugar para él no es necesario.

Ahora, la ortodoxia periodística dice que del rumor deben sacarse extractos para descubrir la verdad. Si Guerrero Jr. quería reforzar al Licey en la postemporada ¿por qué no entró antes en acción y consumió su dos o tres “turnitos” en vez de hacerlo ahora? Si es cierto que jugaría el jueves en San Francisco, pase lo que pase este miércoles por la noche, para jugar con el Licey sería la impudicia más grande del mundo y una señal, inequívoca, de que el pelotero quiere pertenecer a la tropa azul y no a la roja en un futuro.

De ser esta última elucubración cierta, entonces las gerencias podrían sentarse a negociar y los Leones, por fin, sin utilizan el seso, conseguir algo en el cambalache. O, se podría hacer algo: tú me das a Juan Soto, de quien se ha dicho que es de familia escogidista, y yo te trapaso al Júnior para que lo tengas en tus filas.

Hay que sincerar las cosas y buscar la lógica en todo esto. Crear un rumor de la nada es absurdo. La gerencia del Escogido no se rinde y busca desesperadamente clasificar. Los tiempos no le dieron porque le salió mal la temporada y Guerrero, quien siempre se ha sentido a gusto con los rojos y ha sido tratado de manera excelente por el equipo, dijo, tal vez, que lo inscribieran en el roster semanal para ver si aporta su granito de arena en la consecución de un resultado que parece irremontable.

Este rumor, que golpea fuertemente los oídos de muchos, es como aquel de que “Lino Rivera sería (siempre utilizando el pospretérito o condicional simple) el mánager del Escogido”,  o como el más reciente “el papá de Robinson Canó dijo que su hijo debutaría (otra vez el fulano pospretérito) este miércoles con las Estrellas“, cuando la verdad es que no estaba siquiera en el roster de 50 peloteros ni Lino había hablado nada con la oficina escogidista.

Sea como sea, ese es el rumor. Mejor dicho la elucubración de una buena parte de la opinión pública. ¿Verdad o mentira? No se puede saber porque son “chismes”, “rumores”, “conjeturas”. Algunas válidas. Saquen las conclusiones.