Es cierto, las redes sociales de cada cuál son para ser usadas como a cada quién le plazca siempre y cuando se respeten las normas establece cada red social.
Y aunque las opiniones son como el ombligo, todos tenemos uno aunque no nos sirve para nada. Está en su derecho de tener su opinión. Pero hay que guardar maneras.
En esta liga interactuamos con una mediocridad lastimosa. Entre la selva de cemento de tigres y leones, y el conuco santiagués y ni decir de los otros tres, no sabemos en dónde iremos a parar.
Nuestra liga es vistosa, estridente, hermosa. Nuestra gente, sus colores, la comida y la pasión con que la vivimos la hacen la mejor de todas, bueno casi. A no ser porque a menudo sacamos en nuestro fanatismo lo irracional y en nuestra mezquindad lo peor de nosotros.
Si en el ambiente LIDOM no reinara tanto los chismes, la improvisación, y los impulsos, otro gallo cantaría, y El Irreverente no escribiría. Estaría aplaudiendo en palco, con mi radio de mano escuchando otro partido para no perderme de nada. Pero no. Los chismes deslucen el espectáculo del béisbol, y debo estar pendiente a los chismes incesantes entre los actores de este circo beisbolero, en los que comentaristas, narradores, directivos, periodistas acaparan más la atención y de mala manera, en vez de ser protagonistas los jugadores y personal de operaciones con lo ejecutado en el terreno.
Esta vez un precipitado Luichy Sánchez (nada nuevo) emitió un comentario con San Antonio incluido sobre el trabajo de un colega de la cadena rival Gigantes del Cibao:
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Pero el señor Sánchez al parecer no escuchó bien al colega o habló a partir de lo que alguien le habrá contado.
Las respuestas a Luichy no se hicieron esperar por los internautas:
Sánchez valientemente sostuvo lo dicho, e incluso bajo el reclamo de haberse expresado de forma inadecuada al llamar a Satán :
Pero los potros no se quedaron ‘dao’ y en la misma cadena respondieron con su ‘puyita’ y mucho orégano a Sánchez:
Matrillé declaró que se ve feo que periodistas estén acabando en redes sociales con otros.
Mientras que Noboa dijo que no se expresaría al respecto porque viene de ese señor (Sánchez) que le merece respeto y que su trabajo habla por él, no está en los medios a razón de ser familiar de directivo o compadre de nadie; Luichy no le merece ningún comentario, solo respeto.
Eso sí, coraje le sobra y pelos en la lengua le falta a Sánchez. Ya el Consejo de Administración de las Águilas Cibaeñas le suspendió en una oportunidad como comentarista y/o narrador de las cadenas de radio y televisión del equipo por advertir que en el club estallaría una grave crisis.
Nada, que quiso brillar y lo brillaron…
Y a usted, le toca seguir entretenido con lo bueno (el juego) y malo (chismes baratos) del entorno de LIDOM.
Ojalá que no tenga que volver a leer de mí el resto de postemporada.
Difícil.