Uno de los problemas más preocupantes del Real Madrid en este mercado de pases, fue la acumulación de jugadores que ficharon por el club y no han rendido. Buscarles una salida servía tanto para el club como para el jugador. Pero, muchos se preguntan qué hubiera pasado si tal fichaje hubiera rendido o, incluso, qué fue lo que hizo que tal jugador llegue al Real Madrid y no funcionara.

Uno de los casos más conocidos es el de Roynston Drenthe, lateral neerlandés que en 2007 y con apenas veinte años fichó por el equipo merengue por más de trece millones de euros procedente del Feyenoord. Drenthe llegó con la misión de reemplazar a Roberto Carlos en el puesto y mucho aseguraban que lo podía incluso superar. Pero es probable que haya gente que no se acuerde de Roynston y eso significa que, claramente, falló en su misión.

Hoy, con 35 años y jugando en el ascenso profundo de España, cuenta qué fue lo que pasó en aquel entonces para haber llegado estado seis temporadas en el Real Madrid pero no haber podido asentarse nunca y, para peor, deambular por varios países en busca de recuperar el nivel que lo llevó a uno de los mejores equipos del mundo.

“Era 2007 y tenía 20 años, estaba en lo más alto de mi carrera. Una sensación de locura difícil de explicar, era un sueño entrar a un vestuario de galácticos. Pero la realidad es que no estaba listo para estar en un equipo así. Pensé que era Dios, pero también me gustaba la fiesta y para mantenerse en lo más alto no se pueden compatibilizar las dos cosas”, explica.

Drenthe fue uno de los jugadores jóvenes más deseados de su generación. No solo sus actuaciones en Feyenoord mejoraban cada partido, sino que en las juveniles de la selección neerlandesa también llamaba la atención. Prueba de ello fue en la Eurocopa Sub-21 de 2007 en donde, además de ganar el título, fue distinguido como el mejor jugador. Allí convenció a los scouts del Real Madrid y llegó al equipo ese mismo verano.

“Hay una vida de futbolista y otra personal, puedes mezclarlas hasta cierto punto. Lo más difícil para mi, fue entender que tenía que cambiar de vida de inmediato. Ahora, me doy cuenta de que no estuve allí de manera correcta, cometí errores, la vida es corta y hay que ser profesional. Cuando tienes 20 años y nunca nadie te ha enseñado cómo actuar, se hace difícil aprender”, analiza.

Estuvo vinculado a la Casa Blanca hasta 2012, en los que jugó 65 partidos y convirtió 4 goles, pero no alcanzó para convencer a ninguno de los entrenadores, ya que ni Schuster, ni Juande Ramos, ni Pellegrini ni Mourinho lo tuvieron en cuenta. Ya sea por su rendimiento o por su indisciplina, nunca pudo cumplir las expectativas. Entre 2010 y 2012 fue cedido a Hércules y Everton en los que tampoco escapó de los problemas de conducta. Una vez finalizado su vínculo con el equipo madridista, comenzó la caída.

Estuvo seis meses sin jugar y recién en enero de 2013 fichó por el FC Alania Vladikavkaz de la Liga Premier rusa. Convirtió tres goles en un partido, pero apenas jugó seis en total y no pudo evitar el descenso de su equipo, lo que lo obligó a buscar un nuevo club. Regresó a Inglaterra para jugar en Reading de la segunda categoría, pero lo que parecía un regreso al buen nivel, terminó decepcionando y tras un año y medio fue cedido al Sheffield.

Allí comenzó un periplo por lugares exóticos, como Turquía y Emiratos Árabes, para luego regresar a Países Bajos y España, donde juega actualmente. Lo hace en el Racing de Mérida, del tercer escalón de ligas del pais ibérico. Si bien no es el lugar que se esperaba para un jugador de su potencial, Drenthe no se arrepiente de nada de lo que pasó.

“El Madrid es el mejor club de la historia y yo jugué en él siendo el mejor jugador europeo de mi categoría. Eso no lo podrá borrar nadie. Hay megacracks que han soñado jugar en el Madrid y nunca lo han conseguido. Yo sí lo logré y lo disfruté muchísimo, porque viví un sueño allí. Siempre llevaré al Madrid en el corazón. Soy un fanático del Madrid”