El Real Madrid sigue con el plan de armar el equipo que tendrá la difícil, y al mismo tiempo deseable, misión de defender los títulos logrados la temporada pasada, que constan ni más ni menos que de LaLiga y la Champions League. Y si bien parecería que cualquier jugador querría usar la camiseta blanca, lo cierto es que no todos están dispuestos.

Uno de los puesto que la Casa Blanca buscó para reforzar en este mercado era el de arquero. Ante la buena temporada de Thibaut Courtois, la dirigencia quería sumarle un buen respaldo como suplente ante la salida del ucraniano Andriy Lunin. Y uno de los apuntados era un viejo conocido del entrenador Carlo Ancelotti.

Se trata del colombiano David Ospina, que tuvo al italiano como director técnico cuando coincidieron en el Nápoli. De hecho, fue Ancelotti quien lo pidió para el equipo cuando asumió en 2018 en el equipo del sur de Italia. Ahora que Ospina decidió no renovar para el equipo napolitano, podían volverse a ver las caras ante la necesidad del Real de un arquero experimentado.

Pero la realidad es que si bien hubo contactos entre el equipo y el jugador de treinta y tres años, la oferta formal no llegó porque surgió el interés del Al-Nassr de Arabia Saudita que le puso sobre la mesa un contrato muy tentador, además de garantizarle la titularidad. De esa forma, el arquero de la selección colombiana fue presentado por el equipo asiático.

Ahora el Real Madrid deberá buscar otras alternativas para ofrecer un puesto que no garantiza muchos minutos ante el gran rendimiento de Courtois, pero que puede tentar desde el prestigio de jugar en un equipo que quiere repetir lo hecho la temporada anterior: volver a reinar Europa e ir por la decimoquinta.