No son momentos tranquilos para el fútbol femenino en España. El conflicto entre la Federación Española de Fútbol y LaLiga por el control de la competición femenina tomó un nuevo capítulo tras las acusaciones de la LFP a la RFEF por boicotear el nuevo torneo. De todas formas, hay una buena noticia en medio del caos.

Una oferta de LaLiga a las árbitras de los partidos otorga un aumento que cuadruplica el sueldo por partido de cada una de las colegialas que imparten justicia en los partidos. Así, las jueces pasarían de cobrar 300 euros por encuentro, a un mínimo de 1650. Las asistentes, en cambio, incrementan su salario de 160 a 825 por jornada.

Igualmente, la primera jornada de LaLiga no se llevará a cabo hasta que se resuelva el conflicto que involucra a todas las partes, por lo que el caso pasó a manos del Consejo Superior de Deportes que deberá, en tiempo récord, tomar una decisión y aprobar las ofertas que se hagan tanto para jugadoras como jueces.

La propuesta es de 21.000 euros por partido a todo el colectivo arbitral, lo que se traduce en 315.000 por el global de los 15 partidos que cada equipo juega como local y un total de cinco millones por arbitraje para la temporada 2022-2023. En resumen, cada colegiada cobraría un mínimo de 19.800 euros que responden al mínimo de 12 partidos que pitaron la temporada pasada en la categoría. En el caso de dirigir 15 encuentros, es decir la mitad de la temporada, la cantidad ascendería a los 24.750 euros.

El problema radica en cómo se reparte ese dinero, ya que dicha distribución es responsabilidad de la RFEF, la cual está en conflicto con esta nueva liga profesional y está poniendo trabas, según aseguran desde el entorno de la LFP para que no se realicen estas modificaciones. Ahí es donde el CSD debe tomar una decisión para que la primera edición de una liga profesional femenina en España no arranque de mala forma.