Si bien la pandemia de Covid-19 que azotó a todo el mundo perjudicó a todo el mundo deportivo debido a las cancelaciones de torneos y la ausencia del público por un gran intervalo de tiempo, algunos clubes aprovecharon eso para poner a punto sus instalaciones y ganar tiempo. Y el Real Madrid fue uno de ellos.

El plan de expansión del Estadio Santiago Bernabéu era uno de los planes más ambiciosos que tenían en mente los directivos del equipo merengue. Aumentar la capacidad, remodelar la fachada y modernizar todos los elementos que componen a un de los recintos emblemáticos del mundo del deporte.

Y la imposibilidad de recibir espectadores durante la pandemia, hizo que sea posible para el equipo poder llevar a cabo las obras sin sufrir la baja de espectadores. Durante todo este lapso, el equipo usó el Estadio Alfredo Di Stéfano, hogar del equipo filial y de las juveniles, que también cumple con los requisitos. De hechó, las instancias finales de la Champions, las jugó allí.

Pero ahora, con el césped ya colocado en el Bernabéu, el Real Madrid podrá recibir el domingo al Celta de Vigo de nuevo en su tradicional casa después de 560 días desde el último encuentro jugado allí, justamente un clásico ante Barcelona con triunfo 2-0 con goles de Vinicius y del dominicano Mariano Díaz.

La Liga autorizó habilitar un 60% de las localidades de los estadios del torneo, por lo que teniendo en cuenta la capacidad previa a las obras, en el Bernabéu podrán ingresar unos 48.000 espectadores. De todas formas, debido a que en el estadio aún continúan las obras, seguramente haya sectores que no estarán habilitados para recibir público.

El club ya abrió el proceso de compra de entradas en su página web y dio prioridad los socios abonados y euroabonados de cara a los partidos de Champions, Liga y Copa del Rey que se disputen en su estadio. Por lo que la vuelta de los aficionados a la casa, ya es una realidad.