Los negocios del FC Barcelona dieron mucho de que hablar durante las últimas temporadas. Compras multimillonarias de jugadores que rindieron muy por debajo de lo esperado y una crisis institucional que dejó al equipo al borde del colapso.

Una de esas compras que rápidamente dieron pérdida fue la de Philippe Coutinho. El brasileño, que tuvo un paso estelar por el Liverpool de la Premier League, arribó al Barcelona para juntarse con Lionel Messi y Luis Suárez por nada más y nada menos que 150 millones de euros, convirtiéndose así en el fichaje más caro de la historia del club.

Pero con el correr de los partidos, la gente empezó a impacientarse. El mediocampista no encontraba su lugar en el equipo, su rendimiento era menor del esperado y finalmente terminó siendo cedido al Bayer Munich alemán. A su regreso, tampoco pudo tener oportunidades en el equipo de Ronald Koeman y volvió a la Premier League, pero para jugar en el Aston Villa.

Allí, la escuadra de Steven Gerrard quedó sumamente satisfecha con su rendimiento desde que llegara en el pasado mercado de invierno. Ha marcado 4 goles y ha dado 3 asistencias en los 16 partidos disputados hasta la fecha el brasileño de ahora 29 años. Por eso, decidieron ejecutar la opción de compra que estaba tasada en 20 millones.

Así, Barcelona compró al jugador por 150 millones y lo terminó vendiendo apenas cuatro años después por 130 millones menos, habiéndolo utilizado en apenas 37 partidos entre LaLiga, Copa del Rey y Champions League. En ese lapso, el jugador convirtió 11 tantos y cedió 9 asistencias. No fueron malos números, pero el precio de traspaso exigía mucho más.

De esta forma, la venta podrá contabilizar en el ejercicio actual y en cierto modo debería ayudar para aliviar las arcas del club azulgrana. Es la primera de las muchas salidas que quiere sellar Mateu Alemany este verano en Can Barça. Los culés se reservan el 50% de los derechos de otra futura venta posible de los villanos.