Hay un elemento en el deporte rey del cual se puede decir que salió de Latinamérica hacia todo el mundo: el aerosol para marcar la distancia de la barrera en el fútbol. Ese elemento que ahora, tras un juicio que su creador le ganó a la FIFA, ofrece un reconocimiento millonario.

La noticia llegó desde Río de Janeiro. Y después de más de siete años de “destratos, injusticias y vejaciones” la Justicia determinó que aquella idea que surgió en Argentina por su creador, Paulo Silva, había sido utilizada por la FIFA violando los derechos de patentes.

Por esa razón, la máxima entidad del fútbol mundial deberá indemnizar a Silva y a su socio, el brasileño Heine Allemagne. ¿La cifra? Alrededor de 120 millones de dólares que deberán ser abonados en el corto lapso, lo que convertirá a Silva en millonario gracias a su invento.

En abril de 2012 la International Football Association Board aprobó, por unanimidad, el uso del aerosol evanescente “9.15” en todas las canchas del mundo, luego de un pormenorizado análisis sobre su aplicación y de que se empezara a utilizar en los torneos de la Liga Argentina en 2008, con éxito inmediato.

La demanda de Silva y de su socio Allemagne comenzó con el reclamo de 40 millones de dólares, correspondientes al trato original, pero el monto se fue elevando debido a que el paso de tiempo agravó la violación de patentes, acarreó multas y propagación de marcas piratas.

El conflicto surgió ya que la FIFA se comprometió a comprar el producto luego de su debut estelar en el Mundial 2014 dentro de los torneos internacionales. Pero luego de eso, el ente organizador no tuvo más contacto con Silva y volvió a utilizar el aerosol en 2018 para disgusto de su creador.

Según los cálculos que trascendieron y teniendo en cuenta que por cada partido que el aerosol se ha utilizado desde Rusia 2018 corresponde una multa de 15.000 dólares para sus creadores, la Federación debería pagar alrededor de 120 millones de dólares.