Hasta cierto punto, el gran dilema de Hans Flick, el entrenador de la selección alemana de fútbol para afrontar el Mundial de Qatar es encontrar un “9” que pueda suplir la ausencia de Timo Werner, una de las grandes bajas de la maquinaria teutona para la justa que se apresta a comenzar en solo días en territorio islámico.

En este punto unos aluden a Serge Gnabry, otros a Leroy Sané y ambos jugadores ostentan el aval y las condiciones suficientes para asumir el reto que viene para los cuatro veces campeones del mundo, pero…

Con el precedente de Rusia 2018, cuando los alemanes ni pasaron de la fase de grupos al caer ante México y Corea del Sur, “ La Mannschaft” carga con la presión de revertir aquella imagen, mucho más cuando en su llave, la E, le tocará enfrentar a España, un sempiterno verdugo en las ultimas competencias; Eurocopa de 2008 y Mundial de 2010, por solo mencionar.

El revulsivo del que pocos hablan

En medio de este contexto, una figura trasciende para mostrar quizás que más allá de Werner, Gnabry y Sané; Hans Flick cuenta con un valor añadido del que pocos hablan, un tipo de arma secreta con una rica historia en Mundiales y que bien puede marcar la diferencia para los germanos en estos días finales del año, hablamos de Thomas Müller.

Como lo lee, desde el mismo día 1 frente a Japón, el veterano, ya en su cuarto Mundial, puede ser un elemento determinante en el ataque alemán.

El legado

Y es que Müller, como lo fue en su momento Miroslav Klose, parece ser uno de esos hombres destinados a brillar en momentos cumbres y los Mundiales de Fútbol, desde aquel de Sudáfrica en 2010, parecen ser instantes hechos a su medida.

Se trata de un jugador que posee en su aval, diez goles en estos certámenes y doce años después de su debut en la cita celebrada en territorio africano, todavía están bien frescos los 5 tantos de aquel torneo, donde con 20 años terminó empatado como líder goleador, tal como recuerda ESPN.

Ya en 2014, con 24 años, Müller volvería a repetir la misma cifra de perforaciones, 5, incluido un golazo en aquel juego ante Brasil en semifinales.

Si bien en Rusia 2018, no pudo sumar, en este 2022, a sus 33 años, el jugador del Bayern Munich  todavía muestra una excelente condición física y con el peso de la historia a su favor, se puede erigir otra vez en el hombre grande de la selección alemana de fútbol.