En 2002 fueron la sorpresa en el Mundial de Corea y Japón de ese año, primero ganándole en el partido inaugural a Francia, para entonces vigente campeón y a la postre logrando clasificar a octavos de final dentro del difícil grupo A de aquella justa, donde debió batirse con franceses, daneses y uruguayos.

Liderados por Aliou Cissé, quien era el capitán de aquella escuadra, los africanos no se contentaron con clasificar a la siguiente ronda, querían seguir y en un memorable tiempo extra sacaron de la competencia a la Suecia de Henrik Larsson.

Ya en cuartos, los senegaleses no pudieron aguantar el empuje del poderoso equipo turco y se despidieron por todo lo alto en su debut mundialista.

La nueva generación

Dieciséis años después, de la mano del propio Cissé, en esa ocasión como entrenador y con la figura de Sadio Mané, Senegal regresó a un Mundial, durante el certamen de Rusia en 2018, pero luego de una victoria inicial ante Polonia, los Leones de Teranga quedaron en la fase de grupos.

Tras el Mundial, Aliou Cissé no desistió de su proyecto, tenia un buen conjunto, el mencionado Mané, también Kalidou Koulibaly en defensa y el arquero Edouard Mendy, como figuras de mayor peso dentro del elenco.

Los resultados

Cissé siguió fiel a su estilo, un fútbol ofensivo en donde se explota la potencia y velocidad de los laterales y el talento de Sadio Mané y los resultados llegaron, Senegal ganó la ultima Copa Africana de Naciones, logró su pase a Qatar y el grupo sumó nuevas piezas en pos de perfeccionar la dinámica de juegos del entrenador, como Abdou Diallo del Leipzig, Fodé-Ballo Touré del Milán AC y Gana Gueye del Everton de la Premier League.

Con esta escuadra, llegará Senegal a Qatar a finales de noviembre para volver a ser parte de un grupo A, en esta ocasión junto a Ecuador, Holanda y el anfitrión Qatar y en perspectiva se muestran como serios candidatos para avanzar a octavos y nadie sabe si  vuelven a traer alguna que otra sorpresa entre manos, tal como sucedió  hace veinte años atrás.