No es ningún secreto que cada cuatro años durante los meses de junio y julio el mundo del fútbol y el deporte en general se paraliza con la celebración de la Copa Mundial de la FIFA; un evento que incluso en países donde su selección no llegó a clasificar y con poca tradición futbolística suelen ponerle toda su atención.

Al día de hoy martes estamos a sólo 5 días del partido inaugural de una nueva edición, la cual contiene muchos ingredientes que no se llegaron a observar en las anteriores; comenzando por la fecha en la que se va a disputar, algo que sucederá por primera vez en toda su larga historia.

Hace unos 12 años se anunciaba que Qatar iba a ser la sede de este 2022, un país que nunca ha podido clasificar deportivamente a esta competición, en medio de otras sedes que partían como favoritas para ganarse el derecho de organizar esta edición, como Estados Unidos, que ya lo había hecho con éxito en 1994.

Indagando un poco más sobre este país y sus particularidades, entre ellas sus altas temperaturas a mitad de año, han motivado a que se juegue esta vez a finales de año, lo que ha desatado una confrontación con el ya acostumbrado calendario de competiciones de clubes en todas las confederaciones, resaltando el de la UEFA por tener acá mayor concentración de jugadores de selección nacional.

Solía ser una costumbre que un mes antes del inicio del mundial, ya todas las selecciones estaban concentradas en su país para luego emprender viaje a la sede correspondiente; todo esto ha quedado roto ahora, ya que hasta hace dos días aún muchos de los jugadores convocados se encontraban cumpliendo compromisos con sus equipos, por lo que les ha tocado reportarse al país asiático cada uno por separado.

Otro detalle es la fuerte sobrecarga con la que estos personajes llegarán a la competencia, con un elevado riesgo de sufrir alguna lesión durante o incluso antes de debutar en la misma, algo que tienen que tener bien claro los encargados de la preparación física en cada delegación.

Si nos vamos al tema cultural, sabemos que se trata de una nación con estrictas normas de conducta y fuertes creencias religiosas muy arraigadas, y que ya le han hecho saber a todos sus visitantes que deben respetar, so pena de multas considerables y hasta posibilidad de prisión.

Esto hace también que en lo deportivo no haya un claro y contundente favorito, más allá de las tradicionales Argentina, Brasil, Francia, Bélgica o Portugal; todo pasará por un tema de adaptación a este nuevo ambiente y a encarar este mundial en condiciones algo atípicas.

Como buenos seguidores de esta disciplina, primeramente esperamos que el mundial siga siendo el mejor de los espectáculos y que no haya alguna noticia lamentable que ofrecer.

Tanta ha sido la polémica, que el propio Joseph Blatter debió salir a asumir toda la responsabilidad, por haber estado al mando de la FIFA en la elección de esta sede; Más allá si fue una mala o buena decisión, la misma se tomó y pues, la pelota tiene que rodar.

De igual forma, sabemos que cuando este domingo suene el pitazo en el estadio Al Bait de la ciudad de Jor, testigo del primer partido en la historia de este evento para la selección de Qatar, enfrentando a Ecuador, muchos darán vuelta a la página y se enfocarán en disfrutar de un nuevo mundial de Fútbol, así como si estuviésemos en junio; en esta nos incluimos.