El Manchester United iba arriba en el marcador, había espacios, estaba cómodo y era una buena oportunidad para marcar. Pero Ralf Rangnick indicó el cambio y el portugués no se lo tomó bien.

Ronaldo se retiró diciendo algo entre dientes que a simple vista no se enetndió y se sentó en el banquillo del Brentford Community Stadium con cara de pocos amigos. Rangnick se tuvo que acercar a explicarle el por qué del cambio, con veinte minutos aún por delante y el rival abierto.

“Es normal lo que pasó, un delantero siempre quiere marcar”, dijo el alemán, que metió al central Harry Maguire en lugar de Cristiano, para guardar la ropa y evitar otro descalabro como el sufrido ante el Aston Villa, que les empató un 2-0 en los minutos finales. “No quería que eso se repitiera y quería mantener la puerta a cero”.

Pero Cristiano, que no marca desde el pasado 30 de diciembre contra el Burnley, quiso una explicación.

“Solo me preguntó “¿Por qué a mí? ¿Por qué me has quitado?”, contó Rangnick. “Tuve que tomar la mejor decisión para el equipo. No quería repetir el error contra el Villa. Entiendo que Cristiano es ambicioso, pero, si alguna vez es entrenador, se dará cuenta de que él tomaría la misma decisión después de 70 minutos de partido”.

“No esperaba que me diera un abrazo después de ser sustituido. Sé cómo piensan los goleadores y tenía que tomar esta decisión. No tengo problemas con él”, añadió.

A todo esto se suma que Cristiano venía de no disputar los dos últimos encuentros por lesión. El portugués tuvo unas molestias musculares que le impidieron estar ante el Villa en la FA Cup y en la Premier.