De locos, es la mejor manera de definir lo que fue el partido de hoy en semifinales de Champions y a pesar de las lagunas defensivas mostradas por el Manchester City y Real Madrid; hoy se vivió un juego de esos que dejan con ganas de más.

Y el Madrid tendrá que reescribir su historia, pues una desventaja de un gol jamás la ha remontado en esta instancia de Champions, bueno hace diez años, en 2012 remontó ante el Bayer Munich con una victoria 2-1 en el Santiago Bernabeú y forzó la prórroga pero igual perdió en los penales.

La cábala

La cábala está y pesa y también el estilo del City parece ser algo imposible para el equipo merengue, pues hoy, incluso pudieron ser siete y hasta más, pero el conjunto blanco está en hábitat natural, en la Champions y hasta la suerte juega a su favor.

Con los goles de Kevin de Bruyne y Gabriel Jesús antes del minuto quince, tal parecía que se vería una goleada de escándalo pero no, otra vez Karim Benzema con una definición brutal a pase de Mendy puso calma en la pizarra.

Y Carlo Ancelotti parecía apelar a un designio divino, quizás hasta en la reencarnación de Arrigo Sacchi y cuando muchos creyeron que el castillo se desmoronaría con el tanto de Phil Foden, llegó un desaparecido Vinicius Jr para pegar a los blancos 3-2.

La noche mágica

Y hubo magia, otra vez en este duelo en Manchester y llegó el momento en el que cualquiera de los dos podía marcar dos o tres goles.

Con el golazo de Bernardo Silva pareció que se definía la eliminatoria, un golazo, golazo en todo la extensión, clavando la pelota en el ángulo… imposible para el gigantón Courtois.

Y el 4-2 pretendió pesar varias toneladas de concreto pero a la hora de recoger, volvió a aparecer la mística de Benzema y cuando el árbitro pitó el penal por mano aparente de Aymeric Laporte, el francés tomo el balón con una calma espeluznante y pocos imaginaron que marcaría así, a lo Panenka pinchando la bola suave al mismo medio.

El City ganó pero…

Y el City ganó y la mirada de Pep Guardiola lo dice todo, una mirada como pensando ya en el infierno que vivirá en la capital española a comienzos de mayo.

El City ganó pero este triunfo de 4-3 parece más unas tablas y hasta una victoria para el Madrid por su condición de local la semana entrante.

Como quiera será el terreno el que decidirá otra vez uno de los mejores duelos del año, por ahora la propuesta va siendo más que interesante.