Una de las noticias más impactantes de los últimos años en el mundo futbolístico fue el anuncio del FC Barcelona de que su máximo ídolo, Lionel Messi, no continuará en el club. El comunicado del club catalán expresaba que La Liga había trabado la renovación del contrato del argentino (que ya estaba acordada) debido a restricciones económicas de límite salarial.

Y lo que parecía sólo una amenaza de parte del Barcelona, se convirtió en realidad. Messi vestirá por primera vez en su carrera profesional, una camiseta de un club distinta a la del equipo culé. Ni bien se supo la noticia, se comenzó a especular sobre cuál sería el destino del delantero.

Y los candidatos empezaron a caer. Primero se rumoreó sobre el Manchester City, equipo que dirige su antiguo entrenador, Pep Guardiola, y con el cual coqueteó en el mercado anterior cuando Messi amagó con dejar Barcelona. Pero los rumores se descartaron ya que el conjunto inglés fichó hace un par días a Jack Grealish por 100 millones de euros, lo cual deja sin chances a los directivos de pagar el sueldo de Messi,

Y ahí apareció el otro peso pesado: el París Sanit-Germain. El conjunto francés, donde juega el amigo íntimo del argentino, el brasilero Neymar Jr, fue el blanco de muchos analistas que veía al PSG como el destino final de Messi.

Una foto que apareció en redes con Messi y varios jugadores del conjunto parisino, o la noticia de que los dirigentes del club francés reservaron la Torre Eiffel para anunciar el fichaje, tomaron más fuerza cuando se supo, mediante la prensa, que el ex Barcelona tendría todo arreglado contractualmente con el actual subcampeón de la Ligue 1.

De esta forma, se abre la puerta para que el PSG pueda hacer espacio en sus arcas financieras, y termine cediendo los servicios de Kylian Mbappé, que podría recalar en el Real Madrid. El delantero francés ya expresó su deseo de no continuar en la Ligue 1 y, si bien se esperaba que se fuera libre en el próximo verano, su salida podría darse antes.

Los números del acuerdo aún no se revelaron, pero en París ya festejan la primicia de tener al mejor jugador de los últimos tiempos en sus filas armando un equipo que, en principio, dará que hablar por las próximas temporadas.