París está viviendo un sueño. En un mismo día, se hizo el traspaso de los Juegos Olímpicos de Tokio a la capital francesa que tendrán la llama sagrada flameando en 2024. Y al mismo momento, se confirmaban los rumores: Lionel Messi daba una conferencia de prensa anunciando su salida de Barcelona y, si bien no lo dijo explícitamente, confirmaba su llegada al Paris Saint-Germain.

Desde un prinicpio el PSG era el candidato y que, aunque nadie lo reconocía oficialmente, ya estaban negociando entre los dueños del club francés, el manager brasileño Leonardo y Jorge Messi, el papá del argentino. No iba a ser sencillo un acuerdo en tiempo récord, pero el hecho de que hubieran hablado tiempo atrás, cuando Messi casi se va del Barcelona el año pasado, lo hacía más fácil.

El contrato de Messi que se está cerrando será por tres años y un total de 120 millones de euros, con varios extras habituales por objetivos, teniendo en cuenta que Leo llega con el pase libre y que el PSG no le paga a un club vendedor.

Si bien el delantero aún está en Barcelona, hoy mismo llegaría a Francia en un avión privado del equipo francés para hacerse la revisión médica. El anuncio oficial, nada mas y nada menos que en la Torre Eiffel, sería mañana martes.

De esta forma, al igual que Francia se puede jactar de tener en su capital al mejor jugador del mundo y a los Juegos Olímpicos, los qataríes, dueños del PSG, pueden hacer lo mismo al jactarse de tener el Mundial de Fútbol de 2022 con la máxima estrella jugando en uno de sus clubes.