Hoy en día, la Major League Soccer tiene incontables cantidades de figuras tanto mundiales como locales que la hacen una de las competiciones con mayor potencial en el mundo. Cada vez son más los jugadores jóvenes o veteranos que prefieren jugar en Estados Unidos. Pero para que eso ocurra, tuvo que haber estrellas que le dieron ese impulso a la liga para hoy sea lo que es hoy.

Es imposible hablar de la MLS de la década pasada sin mencionar a Landon Donovan, uno de los mejores jugadores de la historia de la liga estadounidense y que lideró, además, la selección norteamericana en tres mundiales consecutivos con buenos resultados.

Su carrera comenzó en las inferiores del Bayer Leverkusen alemán, luego de impresionar a los scouts en la Copa Mundial Sub-17 de 1999 en la que Estados Unidos finalizó en cuarto lugar y Donovan ganó el premio al Mejor Jugador. Si bien era una de las grandes promesas, no se adaptó al fútbol europeo y regresó a Estados Unidos para jugar en San José Earthquakes.

En San José estuvo cuatro temporadas en las que se erigió como uno de los mejores jugadores de la franquicia. 42 tantos en 102 juegos, además de dos títulos de la MLS le valieron ser uno de los más codiciados del fútbol estadounidense. Pero Landon prefirió continuar en California, aunque no en San José. Arribó nada más y nada menos que a Los Ángeles Galaxy, el equipo más popular de la liga.

Tras un muy breve paso por Leverkusen, dueño de su pase, entre 2004 y 2005, Donovan decidió no volver a intentar el sueño europeo y recaló en el Galaxy, que vería la mejor versión del jugador, nacido para jugar en Estados Unidos y realzar el nivel de la MLS.

En Los Ángeles, Donovan estaría once años en total que fueron interrumpidos momentáneamente por nuevas experiencias en Europa (jugaría en dos etapas en el Everton de Inglaterra y media temporada en el Bayern Munich de Alemania). Pero Landon era un jugador hecho para la MLS. Ganaría cuatro títulos más de la liga con el Galaxy, hasta el 2016, año que decidió retirarse del fútbol profesional. Volvería del retiro en 2018 para jugar brevemente en la Liga MX con el León.

Si bien Donovan fue ampliamente reconocido por su paso en la MLS, sobre todo en el Galaxy, para el fútbol mundial era la cara de la Selección de Estados Unidos. Con el equipo nacional alcanzaría los cuartos de final de la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002, en la que caería ante Alemania, posterior finalista. En aquella edición, Donovan anotaría dos goles en los cinco partidos disputados.

Posteriormente, en Alemania 2006 su equipo quedaría eliminado en la fase de grupos en un grupo compartido con Italia, Ghana y República Checa (Donovan no anotaría en ninguno de los tres partidos), mientras que en Sudáfrica 2010 volvería a pasar de fase y alcanzar los octavos de final. Tras liderar el grupo integrado por Inglaterra, Eslovenia y Argelia, quedaría afuera ante Ghana en tiempo extra. Donovan convirtió tres tantos en los cuatro partidos.

Sus últimas actuaciones internacionales fueron para las Eliminatorias a Brasil 2014, en las que logró clasificar a su país a una nueva Copa del Mundo aunque él no la jugaría. Así, terminó su carrera siendo uno de los jugadores más reconocidos del fútbol de Estados Unidos y la cara tanto de la MLS como de la Selección.