Iker Casillas exfutbolista español, internacional absoluto con España que llegó a ser considerado mejor portero del mundo por FIFA y UEFA se vio en el centro de atención tras un incidente el pasado domingo.

Empecemos por el suceso que provocó todo el revuelo.

En la cuenta oficial de Iker Casilllas en Twitter sorprendió un mensaje que decía:

“Espero que me respeten: soy gay. #felizdomingo”.

Como es de entenderse se desataron todo tipo de comentarios sobre el mismo.

Se suma el hecho de que el ex capitán del Barcelona, Carles Puyol, y ex compañero de Iker en la selección respondió al tuit de Iker redactando el siguiente comentario:

Es el momento de contar lo nuestro, Iker”.

Las especulaciones llovieron a granel. ¿Qué pasaba allí?

El tuit Casillas procedió a borrarlo, pero ya el revuelo estaba armado y recibía muchas críticas.

La pregunta era el sentido del mensaje: ¿broma, verdad o una campaña?

Muchos atribuyeron el tuit a una broma, quizás el ex portero del Real Madrid estaba cansado de la prensa Rosa emparejándolo en tantos amoríos luego de separarse de Sara Carbonero. También se dijo de Casillas que podría formar parte de una campaña publicitaria aún por desvelar; mientras quedaba la duda de si simplemente era una verdadera confesión (método inusual actualmente cuando este tipo de enunciado suelen hacerse con más parafernalia).

Finalmente Casillas salió a dar fin a todas las especulaciones sobre su tuit y explicó se trató de un ‘hackeo’ a su cuenta.

“Cuenta hackeada. Por suerte todo en orden. Disculpas a todos mis followers. Y por supuesto, más disculpas a la comunidad LGTB”

Fue lo escrito por Casillas en Twitter después del polémico ‘tuit‘ que tuvo que borrar en el que hacía referencia a su sexualidad que desató una enorme polémica y todo tipo de comentarios.

Carles Puyol también pidió disculpas en su cuenta de twitter:

“Me he equivocado. Perdón por una broma torpe sin ninguna mala intención y absolutamente fuera de lugar. Entiendo que puede haber herido sensibilidades. Todo mi respeto y apoyo a la comunidad LGTBIQA+”.

Aquí es donde nos detenemos a reflexionar luego de repasados los acontecimientos.

¿Nos percatamos de que Iker es una víctima? Le han violando su privacidad. Fue hackeado y suplantada su identidad al publicar como propia de él una declaración que no realizó.

¿Qué hizo Iker Casillas por lo que deba pedir disculpas? ¿De qué modo pudo ofender Iker a la comunidad LGTBIQA+? Empezando porque nada hizo.

Y vamos, que entendemos que no es un ser humano corriente. Siendo conocido e influyente como una figura con cierta preponderancia se comprende la parte de que sus acciones tengan más impacto que el común. Su posición o vinculación ante estos y muchos otros temas tienen una importancia, inclusive una responsabilidad de cierto modo. Pero, nuevamente, ¿qué ha hecho?… ¿esclarecer que no fue quién escribió el mensaje?, ¿resultar no ser gay? ¡Qué debe importar su sexualidad a nadie! Empezando por ahí.

Debería ser indistinto si Iker Casillas es gay o no. Debería ser respetada la integridad, intimidad y dignidad de las personas. Cosas tan personales no tendrían que estar bajo el escrutinio público. No puede establecerse una igualdad de derecho entre las personas si se continua sembrando morbo y asombro ante la diversidad innegable. Murmuraciones que solo logran separación, intolerancia y falta de empatía entre las partes.

Pero este escrito no se trata sobre sexualidad e intimidad de nadie. Ni de ideologías. Se trata de algo más básico. Esto va de despojarnos todos de nuestras creencias e irnos a una reflexión elemental: ¿por qué pedía disculpas Iker Casillas? No lo logramos entender; lo que sí quedó tácito fue el ridículo en el hecho de ver a una víctima pedir perdón tal si hubiese arremetido contra un grupo. Es absurdo

¿Pidió disculpas por un mensaje decía ser homosexual?, ¿por no serlo, y ser heterosexual?… ¿Acaso perdón por ‘dejarse’ hackear? En sí, ¿las disculpas llegan a raíz de cuál porqué…?

El ofendido fue usted Iker, cuando algún ‘gracioso’ irrumpe en su cuenta personal, viola su intimidad y suplanta su identidad siendo lanzado a la crítica inescrupulosas y especulativas de las redes sociales.